“Ligeramente embarazada” Allison Scott (Katherine Heig – Grey’s Anatomyl)
es una periodista de 24 años con una brillante carrera. Por desgracia,
no todo sale como estaba previsto cuando, después de una noche
de borrachera con Ben Stone (Seth Rogen), un auténtico bueno
para anda, descubre que está embarazada.
Ante la posibilidad de enfrentarse a la maternidad sola o de conocer
mejor al padre, Allison decide dar una oportunidad al entrañable
inmaduro. Ben, que no quiere crecer, se da cuenta de que debe tomar
una decisión: quedarse o huir. Pero salir con la mujer a la que
acabas de dejar embarazada es más difícil de lo que parece.
Ambos no tardan en darse cuenta de que no son exactamente sus respectivas
medias naranjas. Para colmo, el único ejemplo de padres jóvenes
son Debbie (Leslie Mann), la agobiada hermana de Allison, y el bonachón
de Pete (Paul Rudd). La joven pareja no sabe qué hacer. ¿Deben
criar al bebé juntos? ¿Cómo se llega a un feliz
compañerismo de por vida? Después de unas cuantas copas
y de una noche loca, les quedan nueve meses para decidirlo.
Judd Apatow, el director “Ligeramente embarazada”, confesó
haberse inspirado en algunas escenas de su anterior proyecto cinematográfico,
“Virgen a los 40”, sobre todo, en aquellas las que Andy,
el personaje de Steve Carell, y Trish, interpretada por Catherine Keener,
discuten. “Son mis escenas preferidas. Son muy divertidas, pero
también duelen. Pensé que si habíamos sido capaces
de sacarlas adelante, quizá podríamos ir aún más
lejos y ser más honestos hablando de relaciones y del matrimonio”,
dijo el director.
“Se han hecho muchas películas acerca de gente que no quiere
crecer. Creo que se debe a que cuantos más años cumplen
los actores, más divertido es verlos interpretar a personajes
inmaduros”, concluyó.