La apertura de Estados Unidos al
ingreso de fruta en fresco implican divisas por 35 millones de dólares,
según datos oficiales.
General Roca> Desde el programa de Mosca de los
Frutos que desarrolla Funbapa se realizó un nuevo balance sobre
las actividades realizadas durante la temporada 2006-2007, por lo
que se destacó el buen nivel de monitoreo y control de la plaga.
A diferencia de los primeros meses de 2006, cuando hubo que instrumentar
un procedimiento de emergencia por la aparición de mosca en
Cinco Saltos, este año tanto el monitoreo como el control de
la plaga se mantuvo en los niveles por demás aceptables.
Esteban Rial, coordinador del Programa de Mosca de los Frutos y Alejandro
Mongabure, jefe de monitoreo de dicho programa, explicaron a este
diario que a excepción del operativo de emergencia que se tuvo
que instrumentar en 2006, las acciones posteriores en toda la región
patagónica permitieron el control de la plaga logrando así
una excelente campaña.
Como explicaron los técnicos, los niveles alcanzados en lo
que se refiere al monitoreo y control de la plaga reafirman las acciones
que se vienen realizando y que sin duda, constituyen el pilar para
el sostenimiento de la declaración de Area Libre de Mosca de
los Frutos.
Libre
Esta declaración –lograda a partir de la resolución
del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) a fines
de 2005- no es una cuestión menor, ya que es la llave para
exportar fruta no sólo a ese gran mercado sino también
a un sinnúmero de países importadores de frutas de la
región.
Para tener una idea de la magnitud de lo que implica tener esa categoría
y de las acciones preventivas y de monitoreo de la plaga que se deben
realizar en la zona, basta sólo con tener en cuenta que sólo
el mercado de Estados Unidos implica unos 35 millones de dólares
por la exportación de frutas. A eso se suman el resto de los
mercados que tienen como restricción a la Mosca de los Frutos.
Otro de las ventajas que se desprenden de esta situación sanitaria
es el aumento de los envíos de fruta a través del Pacífico,
es decir, a través de los puertos de Chile, que sin duda permite
llegar en menor tiempo a otros puntos de Estados Unidos y otros mercados.
Acciones
Tanto Rial como Mongabure coincidieron en que si bien se finalizó
con la tareas preventivas, se continua con las acciones de monitoreo
para el control de la plaga.
Como se sabe, el programa tiene dos o tres pilares básicos;
uno es la barrera zoofitosanitaria que funciona en los puntos de acceso
a la Patagonia, y donde se realiza el control de ingreso de determinados
productos hospederos de la plaga.
La otra gran pata del programa es la utilización de la técnica
del insecto estéril, que consiste en la liberación de
moscas que, al ser estériles, no pueden reproducirse.
Esta acción es posible a través de la adquisición
por parte del programa de insectos estériles (a través
de radiación) al Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria
de Mendoza, Iscamen. La liberación se realiza entre los meses
de octubre y mayo, y se desarrolla en las zonas urbanas de la región
ya que es en esas áreas donde se hospeda la plaga.
Costos y beneficios
Los técnicos explicaron que el presupuesto anual del programa
de Mosca de los Frutos es de 2.100.000 pesos. El millón de
pupas estériles tiene un costo de 250 dólares y a lo
largo de las 35 semanas que se extiende la liberación de la
moscas, se “tiran” 19 millones de moscas por semana.
Rial indicó que haber logrado la declaración de área
libre de Mosca de los Frutos demandó mucho esfuerzo de todos
los sectores de la región, pero agregó que sin duda,
uno de los aspectos más importantes es mantener ese estatus
teniendo en cuenta que existen auditorias externas para constatar
la condiciones de la zona en lo que se refiere a control de la plaga.
Otro de los beneficios que implica mantener en buenos niveles el programa
sanitario es la posibilidad de abrir nuevos mercados, aumentar los
existentes y, como ocurrió con la cereza, poder introducir
productos alternativos.
El año pasado se concretó el primer operativo de exportación
de 300 mil kilos de cerezas en fresco de la región a Estados
Unidos, algo que se pudo lograr a partir de la declaración
de área libre.
Si bien el volumen de esta primera experiencia puede resultar ínfimo
frente a otros productos, es de destacar la posibilidad que se abre
para el sector productor de la región.
Programa de Mosca en cifras
El presupuesto anual del programa es de 2.100.000 pesos.
En lo que se refiere a la Técnica del Insecto Esteril, se
liberan por semana 19 millones de moscas. Esta labor se desarrolla
a lo largo de 35 semanas.
Las pupas estériles son adquiridas al Iscamen (Mendoza) y
cada millón de ejemplares tiene un costo de 250 dólares.
Durante 2006, se detectó la presencia de Mosca en un área
de Cinco Saltos. El operativo de emergencia desplegado (con éxito)
en el área demandó cerca de 300 mil pesos.
En 2005, la Patagonia fue declarada por Estados Unidos como Area
Libre de Mosca de los Frutos.
Eso permitió no sólo ampliar la oferta a algunos mercados
tradicionales sino también abrir otros y además, exportar
nuevos productos.
Uno de esas posibilidades es la cereza de la región, que
durante 2006 se realizó la exportación de los primeros
300 mil kilos a Estados Unidos.
Sólo el mercado de los Estados Unidos en lo que se refiere
a comercio de frutas implica cerca de 35 millones de dólares.
Qué está prohibido
Está prohibido el ingreso a la Patagonia de productos sin
tratamiento cuarentenario –hospederos de la plaga- como arándano,
babaco, calamondín, carambola, cereza, chirimoya, cidra, ciruela,
damasco, durazno, frambuesa, granada, guanábana, guayaba, guinda,
higo, kaki, kinoto, kiwi, lima, lima dulce, litchi, locoto, lucuma,
mandarina, mango, manzana, maracayu, membrillo, mineola, naranja,
naranja agria, níspero, olivo maduro, palta, papaya, pasionaria,
pelón o nectarina, pepino dulce, pera, pimiento, ají,
morrón, pomelo, tomate de árbol, tuna, uchuva, uva.
De igual manera, está restringido el ingreso a la región
protegida patagónica de animales susceptibles a la fiebre aftosa
(bovinos, ovinos, caprinos, porcinos) y los productos de origen animal
(carnes, menudencias crudas, chacinados) |