Por SILVIO RICCI
Salió de Ushuaia el 12 de diciembre, estuvo en el
Valle y de aquí se fue a
Puerto Belgrano, donde dejará su rodado, para emprender camino
a Capital
Federal a pié.
Neuquén> Su cara, curtida por el sol,
muestra claramente que su vida ha sido y está, actualmente,
marcada por la actividad sana y deportiva. Su espíritu, enorme,
demuestra que no hay barreras naturales, ni físicas que puedan
detener sus ganas de vivir.
Recorrer miles de kilómetros en bicicleta y otros a pié
a los 75 años, no es moco de pavo, no es para cualquiera.
Su nombre es Rogelio González Lorea un hombre que nació
el 16 de setiembre de 1931 en Nogoyá, Entre Ríos y que
ya desde muy joven abrazó su pasión más grande,
el deporte, el cual canalizó con sus estudios en el profesorado
de educación física.
Homenaje
Don Rogelio es también un amante de la historia y a ella le
rindió constantemente homenajes, siempre con travesías.
Pero en esta oportunidad el recordatorio es para alguien muy especial,
de su misma sangre, su chosno (su quinto abuelo) Isidro Lorea, quien
fue el primer civil en morir en la Reconquista de Buenos Aires, tras
las Invasiones Inglesas de 1807. «Pero no sólo quiero
homenajear a este familiar mío, también a Cándido
Lasala, que fue el primer hombre de las fuerzas armadas en perecer
en aquel acontecimiento. Él (Lasala) es héroe de la
Marina Argentina y los infantes de marino lo tienen como modelo»,
relató Rogelio, con los ojos cargados de emoción y orgullo.
Un vínculo inquebrantable
Y este conocimiento a cerca de algunas tradiciones de la Marina Argentina
es porque Rogelio González fue profesor de educación
física en la base naval de Puerto Belgrano. De ahí su
constante homenaje a los hombres de
la Armada Argentina. Y al hablar de esto don Rogelio recuerda la travesía
que realizó en 1983 junto a su mujer y a sus cuatro hijos:
«ese año decidí homenajear al vicealmirante Eduardo
O’Connor, que fue el primer marino en navegar el río
Negro, el Limay y el Nahuel Huapi, por eso con mi familia decidimos
caminar desde Carmen de Patagones hasta Bariloche bordeando los dos
ríos y el lago».
Pero este joven-veterano atleta tuvo otra campaña, como en
la que unió Ushuaia con Buenos Aires en bicicleta por la ruta
3, encabezando un programa para combatir a la droga.
Mil anécdotas
Y este viaje que viene realizando el señor González
le ha dejado anécdotas, como los recibimientos que le hicieron
en las distintas ciudades que fue tocando. Pero sin dudas la más
llamativa es la que le ocurrió en cercanías al Calafate,
«venía por la ruta con un viento tremendo y de golpe
me desperté en un hospital. Después cuando comencé
a escribir mi diario empecé a recordar y pasó que se
me ladeó el carrito y eso me hizo caer y gopear mi cabeza contra
el piso. El casco reventó y quedé desmayado más
de una hora en la ruta sin que nadie me sorriera».
En su paso por el Alto Valle cientos de ciclistas lo acompañaron
unos kilómetros para brindarle todo su apoyo y su admiración
a este hombre que para muchos es un ejemplo, aunque él piensa
lo contrario: «¿ejemplo de que soy?, acá el único
ejemplo es Dios -se agarra el crucifijo que lleva en su cuello. Este
esfuerzo que hago se lo ofrezco a Jesús».
Sin dudas, él sabrá recompensarlo.
Su otra pasión, el fútbol
Por su
título de profesor de educación física, Rogelio
González fue preparador físico de varios clubes de Bahía
Blanca.
Neuquén> Es raro encontrar a un hombre
que no tenga como pasión al fútbol. Y Rogelio González
no está fuera de este amor por la redonda.
Estando en Puerto Belgrano, Rogelio comenzó a vincularse con
los clubes de Bahía Blanca y algunos lo tomaron para preparar
físicamente a los equipos de primera división, entre
los cuales se encuentran Sporting de Punta Alta, Puerto Comercial
y Huracán de Ingeniero White, con estos dos últimos
disputó los campeonatos nacionales de Primera División
1968 y 1973, respectivamente.
Pero sin dudas en su memoria quedó marcado a fuego un partido
muy especial par él y para todo Ingeniero White: «en
1968 le ganamos 1 a 0 al Estudiantes de Osvaldo Zubeledía,
que venía de salir campeón de la Copa Libertadores y
que, tras nuestra victoria, venció al Manchester United en
la final del Mundo».
Y de paso en la región, tampoco se olvidó del «Beto»
saldico, quien dirigió varios años al Deportivo roca
y también el año pasado a Maronese. Con Saldico estuvo
en Puerto Comercial.
Como docente tuvo en sus aulas al profesor Luis Bonini, quien fue
el preparador físico del ciclo de Marcelo Bielsa que finalizó
meses antes del Mundial de Alemania 2006.
|