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Neuquén > El estudio
de factibilidad para avanzar en la construcción de una nueva
refinería de petróleo que impulsa la Nación para
que aporte más oferta de naftas y, especialmente, de gasoil al
mercado argentino, estaría terminado en septiembre.
Sin embargo, no traería las noticias que espera el Gobierno.
Según informó la web Inversor energético, allegados
al proceso estiman que la producción de petróleo actual,
sumada a un eventual crecimiento en los próximos años,
no alcanzaría para abastecer al nuevo complejo.
La determinación de su factibilidad por parte de una consultora
independiente es el primer paso concreto de un proyecto estimulado por
el Gobierno el año pasado al calor de los reclamos por la falta
de gasoil de diversos sectores, que consiguió el apoyo inicial
de gran parte de las petroleras.
Las compañías, entre las que se incluyen Repsol YPF, Petrobras,
Esso, Pan American Energy y Chevron, entre otras definió meses
atrás que la consultora consultora Arthur D. Littlese encargue
de llevar a cabo el estudio. Esa firma deberá presentar sus conclusiones
en septiembre.
La nueva refinería se llamaría General Mosconi II, y su
construcción demandaría una inversión de 2250 millones
de dólares.
A diferencia de las últimas obras de infraestrucura que el Gobierno
ha anunciado -donde el dinero para la ejecución sale del sector
público-, en este caso serían los privados los encargados
de financiar la nueva refinería.
El proyecto, que en caso de concretarse será una de las mayores
obras en ejecución, prevé que 600 millones de dólares
sean aportados por las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones
(AFJP), mientras que el resto tendrán que entregarlo las petroleras.
De avanzar con la construcción, las 20 mayores petroleras del
país aportarán el monto de la inversión, en proporción
a su negocio en la Argentina.
Inconvenientes
Más allá del visto bueno inicial de las petroleras a
la obra, el futuro no parece muy auspicioso.
Para determinar la posibilidad de instalar una nueva refinería
en el país -algo que no ocurre desde hace años a nivel
local y tampoco sucede con frecuencia en el plano mundial- el informe
de factibilidad echará luz sobre algunas de las principales
debilidades que enfrente el sector de combustibles. Entre ellas, el
abastecimiento de petróleo en comparación con la demanda
argentina.
En 2006, la producción local de petróleo fue de 38,25
millones de metros cúbicos (m3), casi un 1% por debajo de la
del año anterior (35,59 millones de m3) y un 5% por debajo
de los números de 2004 (40,50 millones de m3), según
la Secretaría de Energía.
Mientras que el consumo de petróleo destinado a la producción
de combustibles para el mercado local fue en aumento, debido a que
el crecimiento en la demanda de naftas y gasoil, y el rédito
de exportar, llevó a las refinadoras (Esso, Shell, Repsol YPF
y Petrobras, principalmente) a explotar sus plantas al máximo.
Con una producción de crudo en baja y el consumo en aumento,
lo más probable es que en las condiciones actuales la nueva
refinería no tenga petróleo para procesar, aseguran
fuentes del sector.
Según los primeros números (una precisión mayor
saldrá del propio estudio), la nueva destilería consumiría
cerca de un 20% de la producción actual de crudo, por lo que
si hoy estuviese en funcionamiento contaría con una mínima
cantidad de producto local y tendría que proveerse desde el
exterior.
Ese es uno de los grandes puntos en discusión: por un lado,
los petroleros aseguran que en un contexto en que la lucha año
a año pasa por mantener los niveles de extracción, que
vienen en baja, no se puede pensar en aumentar de forma tan importante
la producción.
Y también dudan sobre la conveniencia de importar crudo. Aseguran
que puede ser más conveniente aumentar las importaciones de
gasoil y que el Gobierno destine partidas a subsidiarlo si no quiere
que aumente el precio a nivel local, antes que realizar un proyecto
multimillonario que puede no contar con materia prima”
Por otro lado, destacan que los precios en el mercado local no estimulan
la realización de una refinería ni la importación
de crudo o combustibles.
Según el informe mensual elaborado por Montamat & Asociados,
la consultora del ex secretario de Energía Daniel Montamat,
el precio de la nafta súper en abril fue de $ 1,89 por litro
en la Argentina, muy por debajo de los $ 3,80 de Brasil, los $ 3,39
de Chile y los $ 3,75 de Uruguay. Una situación similar se
repite en el caso del gasoil. |
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