Bruselas (Télam)>
En su estreno como «socio estratégico» de la Unión
Europea (UE), el presidente de Brasil, Lula da Silva, aseguró
en una conferencia organizada por ese bloque comercial que el uso de
biocombustibles «puede contribuir a combatir el hambre y la miseria»
en el mundo.
Al hablar en el edificio Charlemagne de la Comisión Europea,
en la capital belga, el mandatario sudamericano añadió
que el uso de este tipo de energía proveniente de la caña
de azúcar y el maíz también puede constituir una
contribución significativa al «crecimiento sostenible»
del planeta.
Lula, cuyo país es líder mundial en la producción
de etanol a partir de la caña de azúcar, aseguró
que el «ejemplo de Brasil» en la materia puede ser decisivo
a la hora de sustituir progresivamente los combustibles fósiles,
como el petróleo, altamente contaminantes, puntualizó
DPA.
«La solución es impulsar el establecimiento de un mercado
internacional para el etanol y el biodiesel. Los gobiernos deberían
apostar por convertir el biocombustible en una prioridad», agregó.
Lula se presentó ante el plenario en su carácter de flamante
«socio estratégico», un estatus de tipo político
con el que el bloque comercial europeo distinguió a Brasil el
mes pasado.
Esa designación le permite a los 27 países socios de la
UE y a Brasil estrechar lazos comerciales en un amplio espectro, inclusive
sectores estratégicos como el energético.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, el portugués
Jose Manuel Durao Barroso, recordó la imperiosa necesidad para
el bloque comunitario de reducir su dependencia energética del
exterior en gas y petróleo.
El ex primer ministro luso recordó que actualmente los países
de la UE dependen en un 55 por ciento de las importaciones energéticas
y que para 2030 las proyecciones apuntan a un 70 por ciento. Por ello,
dijo, la alternativa de los biocombustibles resulta decisiva.
El mandatario venezolano, Hugo Chávez -cuyo país es uno
de los principales productores de hidrocarburos tradicionales-, y el
convaleciente presidente cubano, Fidel Castro, castigaron en cambio
la modalidad del biodiesel.
Para Chávez y Castro, el hecho de destinar caña de azúcar
y maíz a la creación de combustibles hará que más
seres humanos en el mundo padezcan hambre, al tiempo que el precio de
ambos productos crecerá a causa de la demanda.