Algunos comercios tienen faltantes
de marcas. Desde los hipermercados informaron que se debe a las inundaciones
en Santa Fe.
Neuquén > La falta
de leche en algunas góndolas de los hiper y supermercados de
la capital, sigue perjudicando a los usuarios neuquinos. La escasez
de variedad pone en riego su consumo. Y de no haber modificaciones
en el corto plazo, la problemática se vería agravada.
Esta situación inquieta a los usuarios, quienes se mostraron
enojados porque la situación data de hace más de un
mes y, según algunos clientes, “día a día
se complica más conseguir marcas de leches o adquirir por cantidad”.
“Durante la semana vas a los negocios y conseguís, pero
los sábados y domingos es una tarea imposible y te enfrentas
a las disculpas por el faltante”, remarcó María
Orfelis, quien también explicó que no todos pueden visitar
los hipermercados tres veces por semana.
“Muchos de los clientes utilizamos leche como un alimento de
primera necesidad porque tenemos chicos, y para uno que realiza compras
dos veces al mes es una verdadera pesadilla”, expresó.
Esta situación, además, preocupa a los responsables
de venta, quienes también mostraron su disgusto por la escasez
y explicaron que no es un problema de ellos sino de quienes la suministran.
Ausencia en hiper y súper
Por eso, hay cadenas de hipermercados y supermercados de la capital
que continúan alertando de la insuficiencia del producto, a
través de carteles dirigidos a los usuarios.
Tal es el caso del hiper La Anónima que informa a los clientes
que “por razones ajenas a su voluntad” le es “imposible
contar en ocasiones con el cien por ciento del surtido”.
“La falta de leche es real y de común conocimiento”,
expresaron desde un supermercado radicado en esta ciudad.
En varios incluso ya restringieron su compra y sólo permiten
que cada usuario se lleve un máximo de hasta 12 litros por
vez.
La limitación también perjudicaría a propietarios
de supermercados y negocios de la ciudad, quienes recurren a las principales
cadenas de hipermercados a comprar en cantidades excesivas. «No
nos queda otra que comprarle productos a las grandes cadenas aunque
cada vez se complica más porque algunos pusieron cotos de hasta
3 unidades por familia para evitar el desabastecimiento», explicó
un pequeño comerciante.
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