Macri evita polemizar con la Casa Rosada

 
 
La fórmula del Pro, Mauricio Macri y Gabriela Michetti, ayer, al retomar la campaña con vista a la segunda vuelta electoral en Buenos Aires.
Es porque el gobierno pretende que se «nacionalice» la segunda vuelta porteña.


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Buenos Aires (NA-Télam) > El candidato a jefe de Gobierno por el PRO, Mauricio Macri, retomó ayer las actividades de campaña reforzando su perfil «propositivo» y pidió dejar de lado «mentiras y prejuicios» de cara a la elección que lo enfrentará con el kirchnerista Daniel Filmus.
“No vamos a ser cómplices de ningún espectáculo dantesco, no queremos mentiras ni prejuicios. Las elecciones son para hacer una alianza con la ciudadanía», sostuvo, en directa alusión a la estrategia oficialista de cara al balotaje, que comenzó con el presidente Néstor Kirchner atacándolo directamente.
En este marco, la campaña electoral porteña de cara a la segunda vuelta del 24 de junio dio paso a un fuerte debate sobre si el comicio definirá «un modelo nacional» como planteó el presidente Néstor Kirchner o una cuestión de «gestión municipal» como contrapuso Mauricio Macri.
El jefe de Estado dejó clara la idea del oficialismo de transmitir a los porteños que en el balotaje no elegirán simplemente entre Macri y su candidato Daniel Filmus sino que dirimirán «qué modelo de país» quieren.
El ministro de Educación se ocupó este martes de reforzar los conceptos vertidos por el Presidente al sostener que «discutir los 70, los 90 y los 2000 no es campaña sucia, es discutir la Ciudad» y que decir que Macri «es de derecha, no es una falta de respeto».
Esta estrategia choca de frente con la elegida por el equipo de campaña del PRO, que buscará seguir «discutiendo con los vecinos y buscando soluciones», convencido de que las campañas negativas y que oponen modelos teóricos son poco eficientes.
Esto se vio en los primeros movimientos de Macri inmediatamente después de recibir el embate presidencial: si bien le respondió irónicamente a Kirchner, haciendo pesar de que se trata de una elección local, también evitó contestar las acusaciones lanzadas desde la Casa Rosada y volvió con sus propuestas en los barrios.
La candidata a vicejefa Gabriela Michetti también evitó cuestionar la estrategia oficialista e insistió en que el binomio del PRO continuará dirigiéndose a los vecinos porque la candidatura «es para la Ciudad de Buenos Aires».
Sólo el titular de Recrear y aliado del macrismo en la Ciudad, Ricardo López Murphy, respondió las acusaciones de Kirchner y lo acusó de «mentir patológicamente» y de haber participado de la gestión durante los años 90. «Si el objetivo es una guerra de insultos, no la vamos a hacer, pero sí vamos a hacer las precisiones que haya que hacer», sostuvo el candidato presidencial. Pero las objeciones a la propuesta del Gobierno no nacieron sólo en el seno macrista, también dirigentes de la izquierda criticaron la idea de nacionalizar la elección.

Lavagna jugó su ficha

El candidato presidencial Roberto Lavagna expresó ayer su apoyo a Mauricio Macri (PRO) de cara a la segunda vuelta de las elecciones para jefe de Gobierno porteño, que tendrán lugar el próximo 24 de junio.
«Lo que dije (antes de la primera vuelta) fue ‘no’ a un delegado del Presidente y `sí` a otros dos candidatos alternativos (Macri y Jorge Telerman). Uno de esos dos candidatos quedan todavía en segunda vuelta y en consecuencia por él va mi voto», aseguró Lavagna en declaraciones radiales.
El ex ministro de Economía había sido criticado por no haberse pronunciado específicamente en favor de un candidato porteño en la primera vuelta electoral, que se desarrolló el último domingo.
Ahora, Lavagna dijo que el resultado de la primera vuelta no lo dejó mal parado y en cambio sostuvo que las interpretaciones en ese sentido fueron fogoneadas por «un trabajo hecho en la oficina de la Presidencia para que todos los análisis fueran en un sentido».
«Fue una cosa ridícula presentarme como perdedor en todos los diarios. Eso es absurdo, porque yo no tuve presencia explícita en la campaña», enfatizó el candidato presidencial opositor.
En la misma línea, sostuvo que «la campaña es por la Ciudad de Buenos Aires, para los ciudadanos y los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires, en torno a proyectos de la Ciudad de Buenos Aires, y no tiene nada que ver con las peleas de los ’70 y los ’90".
«En todo caso, eso llegará en la elección presidencial», agregó Lavagna.

 

 


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