Ahora, a prender velas

Moscú, Rusia > El dobles argentino, que llegaba como favorito, tuvo una jornada para el olvido y ahora el equipo de Alberto Mancini está obligado a ganar los dos singles de hoy para levantar la Copa Davis. David Nalbandian y Agustín Calleri redondearon una actuación muy floja y perdieron por 6-2, 6-3 y 6-4 con los locales Marat Safin y Dmitri Tursunov.
La inesperada derrota del binomio argentino en el punto de dobles complicó el futuro del equipo nacional, que ahora está 2-1 abajo ante Rusia en la final por la “ensaladera de plata”.
El tercer encuentro de la serie al mejor de cinco puntos se jugó en el Estadio Olímpico de Moscú, ante 10.500 espectadores, medio millar de ellos argentinos y duró apenas una hora 38 minutos.
El partido de dobles fue totalmente atípico, por el excelente rendimiento de la pareja rusa y el contrapunto de la bajísima prestación de los cordobeses, especialmente Nalbandian, una sombra del jugador que apabulló a Safin con un rendimiento superlativo.
«No siento la pelota», le susurró Nalbandian a Mancini en un cambio de lado, en una confesión que desnudó la impotencia del número uno argentino, en esta ocasión sin respuestas para cambiar de táctica o descifrar los poderosos saques de Safin y en especial Tursunov.
Las abismales diferencias, impropias para un partido de semejante nivel, quedaron expuestas desde el primer set, con los rusos sin problemas para mantener su servicio, al punto de que ganaron tres de los cuatro saques en cero.

Un David desconocido
Nalbandian, en tanto, era la contracara de los locales, ya que cedió sus dos saques y la diferencia entre ambos equipos no fue mayor sólo por que AgustínCalleri mantuvo milagrosamente su servicio luego de remontar un 0-40.
Con Safin y Tursunov infalibles, el público local se entusiasmó y comenzó a alentar con un «Rusia, Rusia» que opacó a los hinchas argentinos, quienes habían reído último ayer con la conquista de Nalbandian y ahora fueron testigos de la «venganza» de los europeos.
El segundo set comenzó con Tursunov ganando su saque en cero y otra vez el punto de quiebre fue Nalbandian, quien cedió en el cuarto juego por tercera vez consecutiva su servicio, con dos dobles faltas.
El cuarto game fue una bisagra en el partido, el público local lo notó y a partir de ese momento atronó en el Olímpico de Moscú con sus gritos y el molesto golpeteo de los globitos inflables, uno contra otro y en forma acompasada.
El tercer y definitivo set quedó casi sentenciado cuando Agustín Calleri cedió por primera vez su saque en el primer game, lo que generó un impacto anímico negativo en la dupla albiceleste, que comenzó a intuir que la derrota, a esa altura, ya era inevitable.

Los misiles de Tursunov
Luego del saque fallido del “Gordo” seguía el servicio de Safin, pero el ex campeón del US Open y el abierto de Australia, le dejó su lugar a Tursunov, en un gesto de confianza que su compañero agradeció y justificó con verdaderos bombazos imposibles de devolver.
En el final, y en oposición a los dos grados de sensación térmica que ofreció Moscú en sus calles, la cancha de transformó en un infierno, con el público local reconociendo a dos jugadores que salieron a comerse vivos al rival y vaya si lo lograron.
Los argentinos, en tanto, quienes comenzaron el partido confiados y terminaron confundidos y derrotados, se fueron con el ánimo golpeado y seguramente entre esta noche y mañana antes del primer partido deberán recuperar la ilusión, ya que sólo una vez en la historia se estuvo en una instancia similar y pasaron nada menos que 25 años.

«Ellos jugaron un gran partido»

Con la bronca de la derrota, pero con la esperanza de que se puede revertir hoy en la última jornada, David Nalbandian y Agustín Calleri intentaron explicar sus sensaciones luego del dobles ante Rusia.
«Ellos jugaron un gran partido», reconoció Nalbandian, quien también admitió que no estuvo en el nivel de ayer: «No jugué del todo bien, hay días que uno se siente mejor. El deporte es así».
Calleri comentó que «jugar así se hace muy difícil. Con la velocidad de pelota de ellos si no estás fino es imposible». El “Gordo”, quien seguramente no estará presente en el single, afirmó que los rusos «sacaban fuerte, tanto el primero como el segundo, devolvieron muy bien y nosotros nunca tuvimos chances de volver».
Alberto Mancini explicó que «La verdad es que fue un día difícil. Los chicos nunca sintieron esa sensación de decir estamos entrando, los estamos haciendo dudar un poquito. Ellos sacaron muy bien y cuando estos jugadores están derechos es muy complicado volver»
Luego, el capitán argentino agregó: «Nunca tuvimos la posibilidad de quebrar, ellos sacaron muy bien y nos hicieron sentir impotencia». Sin embargo, pese a la categórica derrota, mantiene la fe de cara a los singles de mañana. «Hay que salir a ganar los dos partidos y estoy convencido de que todavía se puede. Le tengo mucha fe a David ante Davydenko y en el quinto punto puede pasar cualquier cosa», destacó.
Entre los rusos, Marat Safin aseguró que «hemos hecho un buen partido, estamos satisfechos» y explicó que su inclusión se debió a un «problema en el pie» de Youzhny, quien habitualmente juega los dobles.
Safin elogió la actuación de Dmitri Tursunov, quien expresó luego de su primer triunfo en dobles que «no hemos dejado la mínima oportunidad a nuestros rivales». Y agregó que «parece que fue fácil por el marcador, pero fue un partido muy duro».

«No hay que darlos por muertos»

Diego Maradona, quién está en Moscú enfundado en los colores celeste y blanco alentando al equipo argentino de Copa Davis, opinó ayer tras la derrota en el dobles que «no hay que dar por muerto a Argentina» y dijo que le tiene mucha fe a los jugadores argentinos para que den vuelta la historia.
“De hoy (por ayer) no se puede decir nada. Los chicos no pudieron contra los rusos que se jugaron todo. Marat Safin es un monstruo y Dmitry Tursunov sacó de una manera increíble. Ni siquiera nosotros vimos pasar las pelotitas», dijo Maradona en el estadio Olímpico de Moscú.
Además, Maradona conoció ayer personalmente a Marat Safin, con quien charló en la cancha luego del partido de dobles. El astro y el ruso hablaron amigablemente y antes de despedirse Maradona le pidió que hoy le regale la raqueta, pedido al que el ruso accedió.

Llegó el día clave

Ya no hay margen para el error. Argentina llegó al día decisivo en desventaja por 2 a 1 y deberá ganar los dos singles para cumplir el sueño de ganar por primera vez en su historia la Copa Davis, que, caso contrario, irá a parar a manos rusas. Desde las 7 (hora de nuestro país) se prevé una jornada repleta de tensión, a la espera de que el capitán argentino Alberto Mancini confirme al segundo singlista que enfrente a Marat Safin.
Tras el paso fallido de ayer en el dobles, el capitán argentino Alberto Mancini deberá seleccionar muy bien la estrategia para hacer frente al segundo choque de singles y al cruce confirmado entre Nalbandian y Davydenko, deberá definir quien será el tenista que estará cara a cara con Marat Safin.
El quinto punto será disputado entonces por Agustín Calleri o José Acasuso. A favor de Calleri está su notable actuación de hace tres años en las semifinales de la Davis en Málaga, cuando fulminó en su casa al entonces número uno del mundo, Juan Carlos Ferrero. En contra, su actuación de ayer en el dobles y el recuerdo de la derrota de cuartos de final este año en Croacia con Ivan Ljubicic, ante el que cayó tras ir dos sets a cero arriba.

EN FAVOR DEL «CHUCHO»
A su favor Acasuso tiene el buen balance de enfrentamientos personales con Safin (dos victorias y una derrota, todas más recientes que las de Calleri), y el hecho de que jamás perdió en la Davis, donde lleva cuatro triunfos.
Pero a favor de Acasuso juega sobre todo el hecho de que cumplió con triunfos cuando Mancini sorprendió nominándolo este año, y el dato de que su figura está intacta en Moscú, a diferencia de las de Chela y Calleri, tocados tras sus derrotas.
A primer turno, David Nalbandián buscará dejar en igualdad de condiciones a ambos países cuando se enfrente a Nikolay Davydenko. El cordobés desplegó un gran tenis en el choque ante Safin, pero no pudo trasladar esa actuación al dobles, donde estuvo muy desacertado. Ahora, no tendrá márgen para equivocarse.