La medida alcanza a 15 provincias,
incluidas Neuquén y Río Negro. Buenos
Aires (Télam)> Estudiantes de la Universidad Tecnológica
Nacional (UTN) controlan que el combustible que se vende al público
no sea adulterado en bocas de expendio de todo el país, en
el marco de un programa nacional de control de calidad de hidrocarburos.
Se trata de un convenio entre la UTN y la Secretaría de Energía
del Ministerio de Planificación de la Nación, que el
1 de julio próximo cumple un año.
El objetivo es que los estudiantes de los tramos finales de las carreras
de Química y Mecánica integren la Unidad Ejecutora de
Control de Calidad de Combustibles y oficien de inspectores y laboratoristas,
a modo de práctica profesional antes de egresar.
El ingeniero Jorge Calzoni, profesor de la UTN y responsable del programa,
celebró que de esta manera «la universidad cumpla su
función de transferirle a la comunidad sus conocimientos tecnológicos».
En todo el país
«Este es en un programa nacional, vinculado a las necesidades
de la gente», señaló Calzoni y afirmó que
en la práctica, «los estudiantes aprenden mucho».
«Los chicos se enriquecen desde el punto de vista técnico
y experimentan la vida profesional antes de egresar», coincidió
el secretario de vinculación institucional del rectorado de
la UNT, Mario Gos.
Calzoni agregó que los controles que realizan los jóvenes
se llevan a cabo en expendedoras del Norte de la provincia de Buenos
Aires, Norte de la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza,
San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy,
Catamarca, La Rioja, Río Negro, Neuquén y La Pampa.
Inspecciones
El equipo universitario está conformado por unas 40 personas:
estudiantes, que en forma rotativa ofician de inspectores en las plantas
y trabajan en los laboratorios, profesores, asesores y egresados.
«En general, se hace una inspección por planta por año»,
explicó Calzoni y agregó que entre los dos organismos
garantizan una cobertura mínima del 80 por ciento de las estaciones.
«La selección es al azar, no sigue ninguna lógica
ni se difunde con anterioridad para que el control sea lo más
riguroso y sorpresivo posible», destacó.
Lo primero que controlan los inspectores es que las estaciones estén
inscriptas en el Registro Nacional y tengan hecha una auditoría
técnica para evitar problemas ambientales y de seguridad «y
que esta auditoría responda a la realidad».
Según Calzoni, el año pasado hubo varias clausuras importantes
por cuestiones de seguridad y entre las irregularidades más
frecuentes, está la falta de documentación. «Entre
el 15 y el 20 por ciento de estaciones auditadas está en infracción»,
dijo.
Características
El equipo universitario continúa con la toma de muestras de
combustible para controlar la calidad. «Lo primero que se hace
es ver si los tanques tienen agua, que es un causante directo de la
rotura de motores -explicó el ingeniero-. Si esto es así,
se le solicita a la empresa que drene los tanques (saque el agua)
en forma inmediata».
Luego se hace un análisis para detectar si los productos fueron
adulterados con solventes industriales o diluyentes como la gasolina,
que modifica las propiedades del combustible y provoca alteraciones
en el medio ambiente y en el motor del auto.
Las muestras se estudian en Buenos Aires, en un laboratorio de la
Facultad de Avellaneda, donde se efectúa un «análisis
primario de trazadores químicos» para detectar e informar
posibles irregularidades.
La UTN y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI)
supervisan todas las estaciones de servicio del país que son
alrededor de 6 mil, de las cuales los estudiantes controlan el 50
por ciento. |