| Hace algunos años era impensable
que la región norpatagónica se convirtiera en un área
vitivinícola de calidad.
Poder observar cómo extensas franjas de viñedos cubren
las tierras vírgenes de El Chañar, Añelo y otras
zonas de la provincia puede despertar una combinación de satisfacción
y logro. Al menos eso parece ser lo que siente hoy el empresario Julio
Viola quien, hace diez años, fue uno de los que comenzó
a esbozar la idea de un nuevo polo vitivinícola en Neuquén.
Viola es titular de Bodegas del Fin del Mundo y, a la vez, presidente
de la Asociación de Bodegueros de Neuquén. Desde ambas
funciones, su compromiso está directamente ligado a seguir
impulsando al polo Añelo-Chañar –y otras regiones
de la provincia- como jugador de primera en la vitivinicultura nacional.
Y algunos resultados parecen confirmar el camino escogido. Se estima
que entre todas las bodegas de Neuquén se llegará este
año a una producción del orden de las 8 millones de
botellas, cifra nada despreciable para un complejo vitivinícola
considerado “nuevo” dentro del mapa vitícola del
país.
“Cualquier evento de este tipo, que nos permita mostrar en nuestra
zona los productos con los que intentamos ubicar a Neuquén
y a la región dentro del mundo de los vinos es importante,
más aún porque nuestra empresa siempre consideró
que para insertar productos en otros mercados, primero debemos ser
líderes en origen”, explicó Viola al referirse
a la Exposición Vinos y Tendencias que se desarrollará
durante todo el fin de semana en Neuquén.
El empresario destacó que es importante el interés que
cada vez muestran los consumidores de la zona por los vinos, variedades
y otros aspectos técnicos y de producción.
El bosquejo del proyecto productivo comenzó a delinearse en
el año ’96 y a partir de ese año se comenzó
a transitar un largo camino en el que –como aclara Viola- el
gobierno neuquino jugó un papel preponderante, potenciado con
la suma de la iniciativa privada.
«La región, concretamente la norpatagonia, está
comenzando a transitar sobre las grandes pistas dentro de la vitivinicultura
nacional y, en eso, no podemos dejar de citar el camino iniciado hace
muchos años por una bodega como Humberto Canale», agregó
el empresario.
En su función como titular de la Asociación de Bodegueros
de Neuquén y miembro de Bodegas de Argentina, el empresario
adelantó que se están definiendo varias acciones relacionadas
a defender la marca Patagonia, ante el uso que a menudo realizan otras
empresas del resto del país.
Canale: vinos con historia
Humberto Canale es una de las bodegas que funciona en el Alto Valle
desde principios del siglo pasado. Ha logrado no sólo soportar
los altibajos de toda la industria vitivinícola nacional, además
de colocar sus productos en las góndolas del mercado nacional
e internacional. Para el empresario, Guillermo Barzi, la construcción
de una marca requiere de un gran esfuerzo y eso sólo se logra
con productos de calidad.
NQN-Viñedos de la Patagonia
La bodega se encuentra en San Patricio del Chañar, y produce
los vinos Picada 15 y la línea Malma Clásico y Malma
Reserva. La bodega cuenta con un resto-bar. Luis Maria Focaccia es
el socio gerente de la empresa y la bodega ha participado en varios
eventos nacionales obteniendo distintos tipos de medallas.
Bodega Familia Schroeder
Con un estilo muy particular, la bodega cuenta con un sistema gravitacional
que elimina el uso de equipos de bombeo en el proceso de elaboración
Propiedad de la Familia Schroeder, produce los vinos Saurus, Saurus
Patagonia Select y Familia Schroeder. Al igual que el resto de las
empresas, ha obtenido varias medallas a nivel nacional e internacional.
Bodega del Añelo
Es la única de las empresas que se encuentra radicada en la
localidad de Añelo. Es propiedad de la familia Vidal, produce
los vinos Cruz Diablo, Finca Roja y Finca Los Gigantes. Recientemente
logró un importante premio en un concurso internacional. Al
igual que el resto de los emprendimientos, su arquitectura es particular
y muy atractiva.
Bodega del Fin del Mundo
Propiedad de Julio Viola, fue la primera de las bodegas que comenzó
a funcionar en la zona Chañar III Etapa. Produce los vinos
Newen, Postales del Fin del Mundo, Varietales del Fin del Mundo y
la línea Premiun Blend del Fin del Mundo. Ha recibido varios
premios en los distintos concursos nacionales e internacionales.
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