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Por Gustavo Franco
El vino es un producto vivo que nace, crece y envejece. Es por ello
que cualquier oportunidad es buena para conocer, degustar y compenetrarse
con su mundo. Más aún, si esos nobles productos tienen
como origen a esta región ubicada en la norpatagonia.
Alguna vez, Raúl Castellani, experto vinos, dijo: “Acá
y en el mundo, los vinos se compran primero por los ojos, luego por
lo que hay adentro y, por último, se vuelve a consumir por
lo hay adentro”. Esa expresión bien puede sintetizar
la magia que encierra cada vino que, por tratarse de algo vivo, atrae,
gusta o no, pero por sobre todas las cosas, reúne o acompaña.
En estas latitudes –Río Negro y Neuquén-, la elaboración
de vinos se hizo su lugar. Varias décadas atrás, el
Alto Valle no sólo empezaba a conocerse por el cultivo de fruta,
sino también por la producción vitivinícola;
ínfima en relación a otras regiones, pero potencial
al fin.
Los vaivenes de la economía argentina hicieron o impulsaron
que muchos erradicaran sus viñedos, cuando las condiciones
esenciales –clima, riego y suelo- decían lo contrario.
Algunas pocas bodegas decidieron seguir por el camino de la producción
de vinos finos, tal es el caso de la tradicional empresa Humberto
Canale. En distintos períodos, otras bodegas nacionales e internacionales
volvieron a poner el ojo en el Alto Valle, por caso, Chandon y en
forma más reciente, bodegas como La Esmeralda (con el fallido
proyecto de Paso Córdova en Roca). Esos antecedentes, sumado
al desafío de lo nuevo, llevaron a algunos emprendedores de
la región a insistir en esta producción, aprovechando
el incalculable valor de la marca Patagonia. De a poco, otros emprendimientos
comenzaron a aflorar en el Alto Valle de Río Negro, mientras
que unas pocas iniciativas empezaron a bosquejarse para una zona,
en la que podía llegar a ser impensado el cultivo de vid primero
y la producción de vinos de calidad, después. El Chañar
y Añelo confirmaron que, en materia vitivinícola, estaba
todo por hacer. Actualmente, la extensa franja que comprende a la
intersección de las dos provincias está mostrando que
la zona puede no sólo utilizar el nombre Patagonia en sus vinos,
sino que además permite pensar a corto plazo en una Identificación
Geográfica y, más a largo plazo, en una posible Denominación
de Origen.
Pero más allá de esas cuestiones, no menos importantes
para el comercio mundial, lo concreto y palpable es que vinos de Humberto
Canale, bodega Familia Schroeder, NQN-Viñedo de la Patagonia,
Bodega del Fin del Mundo, Bodega del Añelo, Domaine Vistalba,
Noemía de la Patagonia y Sánchez Carrillo, entre muchas
otras, están construyendo una nueva marca, un nuevo y gran
polo vitivinícola, una nueva gama de vinos. Por ello, eventos
como Vinos y Tendencias 2005 es una buena forma de comenzar a conocer
y a asistir a aquella construcción.
Se busca la afinidad con las empresas regionales
Mostrar los productos premiados a nivel nacional e internacional
es uno de los objetivos del evento.
Neuquén > La exposición de bodegas
y productos asociados, «Expo Vinos y Tendencias Patagonia 2005»,
se realizará hasta el domingo, en el Predio del hipermercado
Jumbo, de la Ciudad Capital de Neuquén, Argentina.
La exposición prevé la participación de las bodegas
regionales de las provincias de Neuquén y Río Negro,
especialmente de aquellas que producen vinos de alta gama, y también
de todos aquellos productos afines relacionados con la gastronomía
regional.
El objetivo del evento consiste en acercar al público el concepto
y la importancia que tiene para la región el desarrollo de
la industria vitivinícola y su producción, como así
también lograr una identificación con las empresas regionales.
Se pretende que el evento haga las veces de anfitrión mediante
la presentación de las principales empresas del sector, permitiéndoles
mostrar productos.
Se considera apropiado acompañar a estas empresas con la presencia
de productos afines asociados a la gastronomía regional patagónica,
teniendo como invitados especiales a reconocidos chefs regionales
y nacionales. Todo ello combinado con un ambiente donde el arte y
la cultura se constituyan en un elemento de armonía, calidad
y encuentro entre productores y consumidores.
Clínica
Los organizadores adjudican un gran valor a la realización
simultánea de la clínica de vinos, donde enólogos
y sommeliers podrán acercar su saber-hacer a invitados especiales,
mediante la transferencia de conocimientos y tendencias del sector.
Se estima de relevancia el acompañamiento de un selecto programa
de actividad cultural, que brindará la armonía necesaria
para que el arte y la buena música acompañen este evento.
Se considera oportuna la organización de un concurso patagónico
que permita a los invitados elegir y premiar a los jóvenes
y tradicionales vinos patagónicos, mediante una encuesta que
se realizará durante los días del evento.
También se destacó la realización del lanzamiento
Expo Vinos y Tendencias Patagonia 2005, dirigido a un grupo muy selecto
de invitados, entre ellos algunos periodistas especializados, como
así también algunos medios de prensa nacionales y regionales.
Ante esta propuesta, los organizadores están convencidos de
que el hipermercado y su paseo de compras puede ofrecerles el lugar
propicio para esta actividad, y que además puede adicionar
un valor agregado a estas empresas, dada la condición y posición
que detenta en mercados nacionales e internacionales.
Márketing
La cadena de hipermercados, además de brindar la coordinación
y organización de este evento, prevé acompañarlo
con diversas acciones de márketing, mediante la comunicación
del evento a través de: Club “Vinos & Tendencias”,
catálogos y boletines especiales. La articulación entre
las empresas y las instituciones contribuyen al fortalecimiento del
desarrollo productivo de las actividades regionales.
¿Qué hace un enólogo?
Es el responsable técnico en las bodegas de elaboración
de vinos donde dirige la elaboración de todos los distintos
tipos de vinos, siendo responsable técnico de todo el proceso
desde la elección del tipo de viña a plantar y su cultivo,
conducción y recolección, en lo que afecta a la calidad
de la materia prima obtenida, hasta la puesta en el mercado y comercialización
de los vinos y demás productos derivados y afines. Gestiona
y controla la calidad del vino y productos derivados y afines en toda
la cadena de producción y, especialmente, en los puntos críticos
de las empresas vitivinícolas. Organiza la producción
en base a las exigencias del mercado y las posibilidades legales y
económicas, siendo responsable del cumplimiento de toda la
normativa legal que afecte a las condiciones de trabajo e higiene
y seguridad en el mismo, a la industria y a los productos elaborados,
así como a la normativa sobre ordenación de la producción,
precios y comercialización. Es responsable de la crianza, envejecimiento,
estabilización y envasado de los productos obtenidos y de su
puesta en el mercado.
¿Qué hace un sommelier?
Este profesional tiene la función de asesorar al comensal
vinculando el vino con la comida, favoreciendo así el desarrollo
de la cultura gastronómica regional.
Según la definición de la Escuela Internacional de Gastronomía,
la relación vino-plato es un factor importante para disfrutar
de la comida y contribuir al desarrollo cultural de la región.
Un sommelier también controla la bodega o cava de un restorán
o de un hotel. Parte de su trabajo consiste en elegir y comprar vinos
que van a dar vida a una bodega, saber cuidarlos y mantenerlos en
las mejores condiciones, realizar catas de comprobación y aconsejar
a los comensales el mejor vino que se puede degustar con cada plato.
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