Nueva Orleans (AFP-NA) >
La policía de Nueva Orleans, cuya reputación ya había
sido opacada por otros escándalos desde la deserción de
cientos de agentes durante el huracán Katrina, afronta ahora
otro polémico caso, con tres agentes inculpados por violencia
racial.
El castigo infligido a un afro-estadounidense de 64 años por
policías en el barrio antiguo durante el fin de semana, fue el
último episodio de una larga cadena de cuestionamientos a la
integridad del cuerpo.
Aproximadamente 250 oficiales de policía, casi 15% del personal
del departamento, están siendo investigados por desertar de sus
puestos durante el caos provocado por el huracán el 29 de agosto
pasado.
Otra investigación fue abierta para aclarar casos en los que
policías se apoderaron de vehículos de lujo, incluidos
dos modelos de colección, de un local de ventas de Nueva Orleans,
durante los días posteriores al pasaje de Katrina por la ciudad.
Algunos policías fueron acusados de ignorar denuncias de violación
y otros actos de violencia perpetrados en el estadio Superdome, convertido
en refugio luego del huracán.