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La camioneta de la polémica
fue secuestrada por la Justicia.
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Neuquén > El titular del juzgado de
Instrucción Uno, Héctor Rimaro, ordenó al Banco
Provincia de Neuquén no pagar un plazo fijo de 15.000 pesos,
a favor de Cristo Costich, mientras se continúa con las investigaciones
de un delito calificado como defraudación.
La sospechosa, Mariela Costich, y una criolla reconocida como Mónica
García están acusadas de haber defraudado a un cliente,
a quien no le habrían entregado una camioneta Ford modelo
1993 en perfecto estado, que había adquirido de contado en
un autoparque ubicado en la calle Primeros Pobladores 1285 de esta
ciudad.
Las nombradas fueron detenidos durante 24 horas y luego excarcelados.
Trascendió que el magistrado en los próximos días
dispondrá nuevas diligencias en el marco de la causa y la
situación procesal de los imputados.
Allanamiento
Efectivos policiales del Departamento Sustracción
de Automotores allanaron el inmueble de Costich, donde secuestraron
algunos documentos que probarían las primeras conversaciones
entre una persona de apellido Parra y Cristo Costich. Durante el
procedimiento, los investigadores policiales secuestraron también
la camioneta.
Pudo saberse además que el titular de la fiscalía
de Delitos Complejos investiga también otras denuncias que
involucran a varios gitanos domiciliados en esta ciudad, por el
presunto delito de estafa.
Por otra parte, se sabe también que algunos jueces de instrucción
han desestimado algunas presentaciones efectuadas por personas que
resultaron engañadas por algunos gitanos domiciliados en
esta ciudad.
Entienden que no cancelar las deudas contraídas oportunamente
es un incumplimiento de contrato y no una defraudación, por
lo tanto las víctimas deben iniciar una denuncia civil.
Fuentes policiales informaron que algunos de los gitanos que se
dedican a la compra y venta de vehículos en la región
conocen “perfectamente” los alcances del Código
Penal y, en ese sentido, compran vehículos, los ocultan por
algún tiempo y después lo venden a un tercero que
desconoce totalmente la situación del rodado.
Luego señalaron que el damnificado nunca encuentra al comprador.
Nadie lo conoce. No existe y finalmente termina resignado a perder
sumas de dinero considerables.
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