s
Con información regional de Neuquén y Río Negro 
Portada
Regionales
Policiales
Economía
Espectáculos
Deportes
Exterior
Clasificados
Correo de Lectores
Ediciones Anteriores
Toda la información de www.ambitoweb.com.ar
Economía
Política
Deportes
El Tiempo
Charlas de Quincho

 



Murió Irma Cuña, neuquina
y voz mayor de la poesía
Una de las últimas presentaciones que realizó la poetisa en la región. Irma Cuña tenía 71 años.
Por Rubén Boggi

Neuquén > En silencio, se fue ayer Irma Cuña. Hacía tiempo que estaba recluida, con ganas de irse. Apenas sostenía un hilo de contacto con la realidad, que le dolía mucho. Como le duele a todas las personas inteligentes.
Irma Cuña fue, es y será una de las grandes poetisas argentinas. Voz de la Patagonia, sin localismos inútiles ni parcialidades mediocres. Voz del sur, pero para toda la humanidad.
Había nacido aquí, en Neuquén, en 1932. Hija de inmigrantes de Galicia, cursó en escuelas neuquinas la Primaria y la Secundaria. Después se fue, becada, a Bahía Blanca, a la Universidad del Sur. Allí se recibió de profesora de Letras.
No estaba llamada a quedarse en un solo lugar. Así que compitió en concurso y obtuvo una beca para irse a Francia. En el College de ese país, estudió Oralidad y Escritura, especialidad dictada por Marcel Bataillon.

Estudios
En tierras francesas comenzó sus estudios sobre el personaje Pedro de Urdemales. Pero necesitó de otro viaje y otra realidad para terminarlos. El lugar elegido fue México, donde cursó el doctorado en Letras Españolas y donde defendió su tesis. Vivió cuatro años en el país azteca, y allí quedaron poesías inmensas para atestiguar su maravilla ante el poderoso mensaje de los grandes indígenas de América.
Cuando volvió a Argentina se casó, con el doctor en Ciencias Económicas y escritor Enrique Silberstein. De ese matrimonio quedaron dos hijas, y la poetisa vivió poemas de profundidad entrañable, poemas de amor, de olvido y ausencia.
Tuvo una prolífica labor en Buenos Aires. Fue fundadora y directora de estudios del profesorado Joaquín V. González, profesora secundaria, traductora de francés. Escribió monografías, ensayos, y por supuesto, poesía.

Utopía
En el Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas se dedicó a un afán que le consumiría la vida: el estudio, el análisis de la Utopía, esa palabra tantas veces esgrimida y pocas veces comprendida.
En 1992, se encontró en Buenos Aires con quien era entonces secretaria de Cultura de Neuquén, Hilda López. Irma Cuña la estaba pasando bastante mal económicamente. Y tenía ganas de volver al terruño. López la repatrió, y desde aquel año nunca más se movió de Neuquén.
En 1999, la Academia Argentina de Letras la incorporó como miembro a su staff. El reconocimiento llegó para orgullo personal de ella y de toda la provincia.
Desde esa época, la incorporó a su plantel y a su vida el actual secretario de Cultura y Turismo municipal, Oscar Smoljan.

Motivaciones
Irma Cuña se dedicó a la Casa de la Poesía, a intentar seguir viviendo con motivaciones intelectuales en un país que naufragaba en la peor de sus crisis.
En el año 2000, el Fondo Nacional de las Artes publicó su antología poética, en la colección Poetas Argentinos Contemporáneos. Irma ya rumiaba su desesperanza. Peleaba contra la realidad, de la cual se fue apartando cada vez más.
Enferma, con mucho de tristeza además de las dolencias físicas, solía recurrir al teléfono para llamar a Smoljan, o algún otro de los pocos que andaban cerca de su vida. Eran llamados llenos de angustia, la angustia de una mente extremadamente inteligente y lúcida, debatiéndose en la imposibilidad impiadosa de la vida.
Ayer se fue. Abandonó esta tierra. Estas bardas, a las que inmortalizó con aquellos versos: “La duna es el recuadro de mi valle:/ mil olas no hace muchas removidas/ por el viento monótono y salvaje./ La duna es el paisaje de mí misma”.

Opinión
Se fue una enorme escritora

Por Oscar Smoljan(*)

Es imposible imaginar la cultura en Neuquén sin Irma.
Se ha ido -físicamente- la enorme escritora creadora de urgentes poemas, la primera patagónica en llegar a la Academia Argentina de Letras, la mujer incansable militante de la vida, la defensora de los derechos de los que menos tienen y más necesitan.
Se ha ido para nosotros esa amiga que mucho hizo, en sus últimos años fructíferos, para que Neuquén pudiera salir de la postergación y el olvido al que parecía condenado desde siempre.
Una mente brillante que conservó su lucidez hasta que la injusta enfermedad comenzó a torcerle el brazo. Un intelecto insobornable que constantemente aportó su luz en momentos en que el país entero parecía sumirse a cada minuto en la más negra oscuridad.
Más allá de su historia de exilios y regresos, de sus galardones y sus premios, y de su obra inmensa que -a no dudarlo- le deparará un justo sitial entre los grandes de las letras nacionales, Irma Cuña fue para nosotros esa irremplazable colaboradora en el trabajo cotidiano por la Cultura de la ciudad.
Hace unos años, cuando la declinación física comenzaba ya a perpetrar su inexorable tarea destructora, Irma eligió trabajar junto a nosotros como uno más y lo hizo a pesar de sus graves y conocidas dolencias físicas y espirituales.
Sin embargo, como artista que era, logró trastocar la fatiga en ideas, el dolor en inspiración, el peso de los años en rica experiencia que le transfirió a los más jóvenes.
Volvió la enfermedad, sabiduría y la muerte, vida.
Era habitual verla participar de las reuniones de trabajo sugiriendo nuevos senderos, jugándose con su opinión certera, discutiendo y ofreciendo todo el tiempo lo acumulado a lo largo de sus años en el campo cultural, político y social.
Fue un ejemplo en los últimos tiempos de su vida intensa y ese ejemplo vivirá por siempre en aquellos que compartieron con ella esos inolvidables días.
Irma demostró, como tantos otros grandes artistas de la humanidad, que para alcanzar la inmortalidad, la vida que uno debe vivir, debe ser necesariamente memorable.

* Secretario Cultura, Turismo y Deporte - Municipalidad de Neuquén

 

Volver a Espectáculos
Volver a Espectáculos


 
Copyright © 2000-2001-2002-2003 -2004 - lmneuquen.com.ar - Todos los derechos reservados.