La Paz > La venta
de gas a la Argentina autorizada el martes por la noche por el presidente
de Bolivia, Carlos Mesa, fue respaldada ayer por el Movimiento al
Socialismo (MAS), liderado por Evo Morales, y rechazada por el dirigente
campesino Felipe Quispe y el titular de la central sindical COB, Jaime
Solares.
«Nosotros apoyamos la venta de gas a la Argentina, lo único
que pedimos es que se haga a través de la residual de Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) dijo el titular del
bloque legislativo del MAS, Antonio Peredo.
«Lo que no podemos aceptar es que Repsol-Bolivia le venda el
gas a Repsol-Argentina, ya que se beneficiaría por un lado
con la explotación de los hidrocarburos y por el otro con la
crisis energética que tiene la Argentina», agregó
el legislador, consultado telefónicamente.
Decreto
El presidente Mesa dispuso por decreto que Bolivia venda 4 millones
de metros cúbicos diarios de gas a la Argentina y anunció
también que expondrá el proyecto de una nueva Ley
de Hidrocarburos «a la sociedad civil antes de enviarla al
Congreso».
Este proyecto de ley, que llegará al Congreso en 15 días,
comprende un impuesto adicional que elevará de modo progresivo
del 18 al 50 por ciento, en nueve años, las regalías
que percibe el Estado por los hidrocarburos.
Mesa anunció también el fortalecimiento de YPFB y
le asignó la facultad de firmar los contratos de venta en
nombre del Estado, tal como solicitó el MAS.
El presidente boliviano dijo además que convocará
a un referendo con el objetivo de definir el futuro del gas y fijar
la nueva política energética, consulta que determinará
también si se amplía el plazo inicial de seis meses
para exportar gas a la Argentina.
Rechazo
Con una posición antagónica, el titular de la Confederación
Unica de Trabajadores Campesinos, Felipe Quispe, rechazó
los anuncios del gobierno y ratificó una marcha de protesta
convocada para hoy.
«Nos oponemos a la venta de gas a la Argentina porque su país
es el intermediario para venderlo a Chile y a otros países
como si fuera dueño del gas», afirmó Quispe.
«Nuestra posición es irreversible, nadie va a retroceder.
Mañana (por hoy) vamos a marchar por La Paz y las principales
ciudades del país y, a la vez, empezaremos a preparar las
protestas que tendrán lugar desde el 1 de mayo», agregó
el dirigente, con especial influencia entre los campesinos aymara
de Los Yungas, cercanos a La Paz.
Efectos
Quispe sostuvo que, como durante el levantamiento que el 17 de octubre
de 2003 forzó la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez
de Lozada, reclama «el reemplazo de la actual Ley de Hidrocarburos
por otra que contemple regalías del 90 % para Bolivia».
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