Río de Janeiro (Reuters)
> El ministro de Justicia de Brasil, Marcio Thomaz Bastos,
consideró innecesario enviar tropas a Río de Janeiro,
donde la violencia vinculada al narcotráfico dejó 10
muertos en los últimos días y que según analistas
su combate está siendo usado con motivos políticos.
“El ministro dijo que los servicios de inteligencia del gobierno
federal llegaron a la conclusión de que no hay necesidad del
Ejército en Río de Janeiro”, declaró Antony
Garotinho, el jefe de seguridad de Río, a la prensa tras pedir
formalmente a Bastos 4000 efectivos militares.
A pesar de que comparte esa posición, Garotinho aseguró
ayer que insistirá en su pedido ante el ministro de Defensa,
José Viegas, agudizando, según analistas, la politización
de un caso que tiene aterrorizados a los humildes habitantes de las
favelas de la capital turística de Brasil.
Las favelas
La solicitud se produjo luego de que la violencia, iniciada cuando
narcotraficantes de la favela Videgao intentaron copar puntos de
venta de drogas en la vecina Rocinha, la mayor de Río, dejó
10 muertos entre el viernes y el lunes.
Garotinho ha insistido en que se opone al pedido de tropas porque
dice tener bajo control ambas favelas, luego que fueran ocupadas
el lunes por 1200 policías, pero obedece instrucciones de
la gobernadora estatal, Rosinha Matheus, quien además es
su esposa.
El ahora secretario de Seguridad fue gobernador de Río de
Janeiro hasta que lanzó su candidatura presidencial en las
elecciones del 2002, que ganó el ex líder sindical
Luiz Inácio Lula da Silva y en las que quedó tercero.
Cuestionado plan
Su plan para las tropas federales las colocaría virtualmente
bajo las directivas de un programa que las pondría a participar
en “el cerco y control” de nueve favelas, entre las
que justamente no figura Rocinha, a cargo de fuerzas a su mando.
“El problema es que Garothino es muy hábil y está
queriendo realmente dejar al gobierno de Lula en una situación
difícil (...), quiere echarle la culpa al gobierno federal”
del problema del violento narcotráfico de Río, aseguró
a Reuters el politólogo David Fleischer, de la Universidad
de Brasilia.
“El gobierno federal queda un poco más vulnerable con
este tipo de situaciones”, sostuvo Fleischer, agregando que
“las tropas federales tienen que tener control federal”.
Polémica
Matheus y Garotinho han insistido en las falencias del gobierno
de Lula en aportar recursos prometidos y lo responsabilizaron por
el ingreso de armas y drogas a la capital turística de Brasil,
a través de las fronteras del estado.
“Mientras los niños lloran, las autoridades intercambian
ironías”, tituló ayer el matutino O Dia, de
Río, aludiendo a casi entredichos entre Garotinho y el secretario
Nacional de Seguridad, Luiz Fernando Correa, sobre si existía
o no una oferta de tropas federales.
Trece diputados federales de Río analizaron el martes la
situación y resolvieron pedir la intervención federal
en aquel estado, porque su gobierno no está en condiciones
de enfrentar la creciente ola de violencia. |