Neuquén > Los
ocupantes del terreno de CALF en el barrio Bouquet Roldán recibieron
ayer una intimación judicial para desalojar el lugar en un
plazo de 10 días hábiles. La células de notificación
fueron enviadas por el Juzgado Civil N°5, a cargo de la jueza
Norma Pozas, luego de que la Cámara Civil fallara a favor de
la cooperativa en la causa iniciada por la usurpación.
El pedido de desalojo se conoció justo un día después
de que se registraran incidentes en la toma, cuando operarios de CALF
pretendían iniciar el cercado de una parte del lote ubicado
en Anaya y 12 de setiembre, para comenzar la construcción del
centro de distribución del oeste.
La cooperativa asegura que si no se concreta esa obra, está
en riesgo el suministro de energía a la nueva terminal de ómnibus
y al futuro casino, que se construyen a la vera de la Ruta 22.
La novedad sobre el desalojo la dio a conocer el presidente de CALF,
Alfonso Carro. Los ocupantes confirmaron que recibieron las notificaciones
pero adelantaron que no dejarán sus casillas y que la próxima
semana volverán a movilizarse (ver aparte).
Costos y plazos
Desde la cooperativa se aseguró que de no construirse el
centro de transferencia, no hay otra alternativa para suministrar
el servicio a la terminal y el casino. «Las líneas
y estructuras que tenemos actualmente no están preparados
para consumos tan grandes», dijo Carro, asegurando que CALF
ya lleva invertidos en el proyecto cerca de $2 millones, sobre un
costo total que ronda los $10 millones. Mencionó la adquisición
del terreno en U$S 250 mil, la compra del transformador en $700
mil y cinco celdas por $600 mil.
El vicepresidente primero de CALF, Julio Barreto, directamente cargó
la responsabilidad de dar una respuesta a los habitantes de la toma,
al gobierno provincial. «La solución al problema de
las usurpaciones le corresponde a la provincia. La cooperativa no
tiene porqué sufrir este tipo de situaciones», dijo
el directivo.
También se le respondió al intendente Horacio Quiroga
quien había manifestado que la advertencia de CALF era «desproporcionada»,
deslindando cualquier responsabilidad. «Aceptamos que si hay
un problema de suministro nos corresponde resolverlo, pero dar una
respuesta al tema de las viviendas no le corresponde a la cooperativa»,
dijo Carro.
CALF pretendía que se la dejara poner en marcha la obra al
menos en un sector del predio usurpado pero los ocupantes se oponen
alegando, entre otras cosas, posibles riesgos ambientales que ayer
fueron negados por las autoridades de la cooperativa.
Los ocupantes resistirán
Neuquén > Pese a recibir ayer las intimaciones
para desalojar el predio que usurpan desde 2002, las familias de
la toma bautizada como Jóvenes Sin Techo dejaron en claro
que no se irán del lugar. Exigen que se les otorgue la posibilidad
de comprar los lotes o que les den otra alternativa que no sea «dejarnos
en la calle», según manifestaron.
La delegada del asentamiento, Alejandra Hidalgo, dijo que van a
resistir el desalojo pacíficamente y que realizarán
movilizaciones con todos los vecinos.
Destacó que ellos no se consideran usurpadores, porque cuando
llegaron a la tierra -hace un año y medio- «no había
alambrados, ni carteles que indicaran que se trataba de una propiedad
privada».
Explicó que se enteraron de esa situación a los seis
meses de haberse instalado. «Si hubiéramos sabido antes
que los lotes tenían dueños particulares, no habríamos
hecho el asentamiento», aseguró Hidalgo.
Los vecinos debatieron qué hacer frente al pedido de desalojo
y resolvieron mantenerse firmes en la negativa.
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