Polo Cultural Nací en Neuquén
y aún lejos, busqué siempre tener noticias de ella,
de sus realizaciones, de sus fracasos, de su gente, de sus aspiraciones
y de la labor de cada administración comunal.
Este afán se traduce en los innumerables documentos y libros
que poseo sobre sus casi 100 años de vida.
Por más de 60 años asistía a un arrollador
crecimiento, avasallantes radicaciones humanas, grandes y pequeños
proyectos y fundamentalmente, a la labor silenciosa de su gente,
sin distinción de nativos o radicados de otros lares.
Poco a poco la cultura fue buscando su espacio y, en los últimos
años, se ha fortalecido con vida y actores propios.
También en los últimos años, la autoridad municipal
de aplicación ha buscado -a mi entender- dar a su tarea un
perfil nacional e internacional, que no me parece mal si, en cambio,
no se descuida la necesaria apoyatura a la cultura local y patagónica
de la que somos parte.
Hoy los neuquinos tomamos conocimiento del proyecto de cita y dentro
de él, un inexplicable Museo Mercedes Sosa.
Creo que todos, ciudadanos comunes y artistas de cualquiera rama
de las artes, merece una explicación.
¿No existen en Neuquén motivaciones culturales, raíces
autóctonas, elementos de colección, desarrollos colonizadores,
etc- que merezcan ser exhibidos para estas y futuras generaciones?
¿No existe una identidad cultural e histórica de Neuquén?
¿No han existido pioneros de la literatura, la música,
la acción actoral y otros que merezcan un espacio en nuestro
presente? ¿No debemos reconocer nuestras raíces originales
y darles el lugar que les corresponde en este polo cultural?
Y no creen que fortalecería una comprensión a nuestra
necesaria integración cultural la presentación de
una tejedora o un platero mapuche en plena labor a nuestros ocasionales
visitantes, como en algún momento lo hubo en artesanías
neuquinas?
No dejo de reconocer los valores, la trayectoria de la Sra. Mercedes
Sosa y su influencia dentro del desarrollo y vigencia de la música
folklórica argentina, pero estimo totalmente desacertada
la decisión del Municipio de la ciudad de Neuquén
y más aún, cuando entiendo, que nunca se consultó
a organización cultural alguna de la ciudad como estimo,
sería democrático y ético.
No implica esto último, pretender cercenar los derechos de
gobernar del municipio sino buscar la activa participación
de quienes día a día y anónimamente hacen la
cultura regional, de la que sin lugar a dudas, la Sra. Mercedes
Sosa participa sólo a través de la difusión
de sus canciones.
Los neuquinos, por una decisión de gobierno, perdimos el
uso original de nuestro Museo Gregorio Alvarez, destinado hoy a
la cultura que se promulga oficialmente. Se habilitó un mínimo
espacio en el Sitio de la Confluencia y hasta allí llegó
el reconocimiento a nuestro pasado, base fundamental de nuestro
presente y nuestro futuro.
Finalmente, convoco a quienes consideren que el espacio cultural
mencionado del polo debe tener otro destino, a comunicarse con el
suscripto y fortalecer un pedido de reconocimiento a un nuevo proyecto,
que rescate y dé lugar a nuestras raíces culturales,
a la integración popular, a la memoria de quienes también
fueron capaces de hacer tiempo y lugar para las artes y mostrarlo
orgullosos cada día a quienes transiten nuestra ciudad, integrado
a un plan cultural que ratifique ser modelo de nuestra Patagonia
como es la intención comunal.
Héctor Pauleti
Neuquén
hemailpau@neunet.com.ar
Realeza
Quiero hacer la siguiente reflexión: por
qué los medios de comunicación, en especial los diarios
de la ciudad de Buenos Aires, se ocupan tanto de los temas referidos
a la realeza española cuando hay temas mucho más preocupantes
como ser la situación de los argentinos «sin papeles»
que viven en ese país.
Tanto empeño ponen los diarios capitalinos (en especial «Clarín»)
que se refieren a al Rey llamándolo «su alteza»,
o a la prometida del Príncipe de Asturias como «Doña
Letizia». Me parece una barbaridad semejante cosa. ¿Será
que el corresponsal se ha olvidado que para nosotros el Rey a apenas
es un jefe de estado
Rafael Candiotti
Plottier, Neuquén.
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