Neuquén >
Heriberto Chureo es referente del Movimiento de Trabajadores Desocupados
(MTD) en la capital neuquina y presidente de la comisión
vecinal de San Lorenzo Norte. En los enfrentamientos del martes
fue una de las personas que resultó herida en el abdomen
con una bala de plomo.
Ya repuesto de la operación en la que se le extrajo el proyectil,
ayer hizo una evaluación de los hechos, en la que reconoció
que la espiral de violencia fue aprovechada por «oportunistas»
y aseguró que no justifica los saqueos a comercios.
El dirigente se quejó por la falta de información
de parte del gobierno con respecto a los usos de la tarjeta social
y dejó en claro que el eje central del reclamo es poder cobrar
la totalidad del subsidio en efectivo.
Comisiones
Chureo negó que su organización cobre una
comisión a quienes perciben la ley 2128 pero admitió
que los integrantes que consiguen un trabajo mejor pago a partir
de gestiones de la agrupación, deben realizar un aporte mensual.
Entre ellos mencionó a los 23 desocupados del MTD que ingresaron
a la Cerámica Zanon. Cobran $800 y mensualmente deben aportar
$30. «Eso está votado por asamblea pero a los que cobran
$150 no se les pide ningún aporte. Además, tenemos
una carpintería donde fabricamos pallets para Zanon y a cambio
alli nos dan el certificado de nuestro trabajo, todo eso, se usa
para los fondos de la agrupación», dijo Chureo, quien
también se pronunció en contra de los punteros políticos.
El dirigente sostuvo que «el propio gobierno es el que ha
mantenido una red de punteros desde hace muchos años. Si
ahora se los quieren sacar de encima, ellos saben quiénes
son». Chureo remarcó que «nosotros estamos en
contra del punteraje, del clientelismo y de estos planes sociales.
Por eso reclamamos fuentes de trabajo genuinas y en la provincia
hay ingresos para generarlo».
Información
El referente del MTD relató que el martes se hicieron presentes
en el Ruca Che con la intención de «hablar con algún
funcionario para plantearle las razones por las que no compartimos
la implementación de la tarjeta pero no nos atendió
nadie. Sólo vino la policía con los hidrantes, las
motos y los caballos. Ahí prendimos cubiertas y cuando yo
me subí a un camión para hablar, empezó la
represión».
Chureo consideró que «si hubiese bajado un funcionario
del gobierno, no pasaba nada, pero esto duró más de
diez horas y no se hizo presente ninguna autoridad, ni siquiera
el juez de turno».
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