Neuquén >
Una nutrida marcha integrada por agrupaciones de desocupados, gremios
estatales, organismos de derechos humanos, estudiantes universitarios
y activistas de partidos de izquierda se movilizaron ayer en repudio
a «la represión policial sufrida el martes durante
la protesta que realizaron en el Barrio San Lorenzo» y que
terminó con un saldo de unos 40 manifestantes y 20 policías
heridos; y más de 20 comercios saqueados.
La marcha se inició a las 11.30 en el monumento a San Martín.
Luego de recorrer el microcentro capitalino se dirigieron al hospital
provincial Castro Rendón, donde permanecían internados
varios de los heridos pertenecientes a organizaciones de desocupados.
Los incidentes se registraron el martes en el barrio San Lorenzo
y tuvo a activistas del MTD-CTA y la policía como protagonistas,
a los que se sumaron decenas de jóvenes. El enfrentamiento
se inició a las 9 cuando un grupo de militantes del MTD trató
de impedir que se desarrollara el reempadronamiento de los desocupados
que perciben subsidios provinciales. La protesta derivó en
neumáticos encendidos y luego una violenta batahola que duró
10 horas, en inmediaciones del Ruca Che y luego en el corazón
del San Lorenzo.
En la manifestación de ayer en repudio a esos hechos, los
militantes cantaron consignas muy críticas hacia el gobierno
de la provincia y, luego, se movilizaron al edificio de la Municipalidad
local, en cuyo interior permanecían formados efectivos antimotines.
Por momentos, el clima de tensión crecía ante los
constantes agravios de jóvenes a los policías.
Con escribano
Ya en Casa de Gobierno, una delegación de dirigentes
sociales y sindicales intentó entrevistarse con alguna autoridad.
Ante la infructuosa gestión, se labró un acta ante
escribano público en donde dejaron constancia de la «voluntad
de diálogo» de los manifestantes y «la actitud
del gobierno de negarse a atendernos».
Sergio Aguirre, dirigente del MTD, opinó que «lo que
pasó ayer (por el martes) fue un hecho muy grave porque las
consecuencias las sufrimos nosotros», en alusión a
los heridos que se registraron ayer. «Nosotros seguimos reclamando
trabajo genuino. Nos oponemos a que el gobierno nos pague el subsidio
con una tarjeta. Para nosotros el dinero es en efectivo porque hacemos
la contraprestación todos los días cuatro horas y
nos corresponde nuestro salario como a cualquier trabajador».
Poco a poco volvió el ritmo
Neuquén
> La tranquilidad volvía lentamente ayer al barrio
San Lorenzo, luego de los violentos enfrentamientos entre la Policía
y los manifestantes.
Desde horas tempranas, se percibía un clima de tensión
que, con el correr de las horas, se fue disipando. Todo parecía
volver a la normalidad, aunque hubo quienes que pudieron olvidar
todo lo que pasó.
Por un lado, los pequeños comerciantes que sufrieron saqueos
y que ahora tendrán un futuro incierto debido a las pérdidas.
Creen que tienen el año perdido y dudan que puedan llegar
a recuperar las ganancias que acumularon durante los últimos
meses. Por el otro, están los vecinos que se encontraron
con la batalla campal y que sufrieron las consecuencias. Hubo gente
herida que quedó en la mitad del descontrol y padres desesperados
ante la posibilidad de que alguno de sus hijos hubiera sufrido alguna
agresión.
Sin clases
Los vecinos coinciden en algo que pasó desapercibido, pero
que por fortuna coincidió con la protesta: no hubo clases
y eso evitó que la salida de alumnos de las escuelas coincidiera
con la batahola.
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