NEUQUEN.- «Tuve
una infancia feliz, humilde, sin computadoras, sin juegos electrónicos,
pero con mucha imaginación y alegría, sencillez, esa
de los chicos, de fabricar con sus manos los jueguetes, como la
mayoría de los chicos en del interior del país».
Fabián Gómez o Piñón Fijo, como lo conoce
todo el país, nació y se crió en el pueblo
de Dean Funes, vuelve este domingo a esta capital. Presentará
su espectáculo desde las tres de la tarde en el estadio Ruca
Che y con el auspicio de este diario.
Hace doce años este mimo-músico y actor trabajaba
a la gorra en la peatonal de la cordobesa Carlos Paz. Pero antes
pasó del colegio secundario al ambiente musical, que fue
un paso.
En entrevista telefónica, Piñón Fijo habló
de su programa de televisión y del reconocimiento que está
teniendo entre los más chicos y también los grandes.
A caballito de ello, hay todo un merchandising que incluye remeras,
gorros, etc.
Del otro lado del teléfono, Pinñon Fijo habló
de los juegos «de antes», que ha rescatado en sus programas.
«En mi programa de televisión rescato esos juegos como
una manera de volver a las fuentes, pero no en detrimento de otras
cosas que hay».
Agregó que «cuando uno tiene que pararse frente a los
chicos o hablar con mucha gente, uno apela a la memoria propia para
poder hablar con autoridad, más allá que de grandote
aprendí a jugar con esos jueguetes nuevos, esto es simpleza,
comunión con los grandes, con los papás, yo soy muy
familiero».
Recordó que «hasta los trece años viví
en Dean Funes. Después fui a Córdoba Capital, allí
en el colegio secundario conocí chicos que les gustaba la
música, yo muy autodidacta como siempre, no había
muchos medios».
Piñón Fijo dijo que «casi sin darme cuenta me
metí en el ambiente de la música, hice un taller de
mimo y cuando tuve que salir a la selva de la vida a pelear traté
de potenciar todo eso».
Fabián Gómez es papá de chicos adolescentes.
Señaló que «desde mi visión y experiencia
apelo a llenarlos de herramientas culturales, sociales, solidarias,
para que ellos puedan corrar cualquier tipo de riesgos económicos,
financieros y materiales, pero que la parte afectiva esté
bien cimentada. Ahí tenemos más chances de sobrevivir.
Hoy más que nunca después de diez años de capitalismo
encarnizado, vemos en un semáforo a un chico pidiendo limosna».
En cuanto a su presentación en Neuquén, adelantó
que «voy a hacer el mismo show que hago por todo el país,
que hice en el Gran Rex, ahora con más canciones del disco
nuevo, que se llama «Los chicos también», en
las presentaciones hay una interacción fuerte con el público,
es muy participativo, esto entusiasma a la hora de estar en un lugar
sobre el escenario».
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