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Norman Portanko es el
director de la obra que se presentará este sábado
a las 22 en la Conrado Villegas. |
NEUQUEN.- Con «Monogamia», la obra
de Marco Antonio de la Parra (autor chileno), el sábado a
las 22 en la Sala Conrado Villegas, vuelve Norman Portanko al escenario.
Pero en esta oportunidad lo hará como director, conduciendo
los destinos de una pieza interpretada por Raúl Elias y Julio
Musotto.
«Esta obra trata sobre el amor en el matrimonio,sabemos que
la monogamia es muy difícil pero también posible»,
dice Portanko, aunque entre sonrisas sigue admitiendo que es más
difícil aseverarlo. «Creo que esta obra es importante
porque abre un abanico de posibilidades para pensar sobre el tema»,
dice y agrega, «pero es un enfoque interesante y se que le
va a gustar a la gente, los actores son buenos, trabajamos mucho,
así que espero que a la gente le guste y salga conforme»
Norman Portanko es hombre de teatro, desde la juventud está
entre los más representativos del teatro nacional, comenzando
con elencos de teatro independiente en la década de los años
60, llegando a ocupar en Neuquén, un lugar destacado.
Se lo recuerda desde los inicios de Amancay, grupo génesis
de la actividad en la zona y como actor en inolvidables comedias
de autores nacionales: «La Fiaca», «Cien veces
no debo», solo para nombrar algunas marcas de esa historia.
Su figura, junto a la de «Tito» Gueijman y Néstor
Sotomayor, fue fundamental a la hora de inaugurar un espacio que
se llamó «Café teatral» y que se encontraba
en Diagonal Alvear (en la primera cuadra de la misma), como continuidad
de la esquina , hoy ocupada por un restaurante (donde se instaló
por años Artesanías Neuquinas). Allí actuaban
los grupos de actores muchos de los cuales hoy son desaparecidos
y otros exiliados en el exterior, desde Alicia Pifarré a
Alicia Villaverde, desde Raúl Pavón a Raúl
«Rulo» Dominguez, entre otros.
Portanko, también fue impulsor de la creación del
Teatro Lope de Vega, elenco y espacio que junto a Alicia Fernández
Rego y José Di Giglio comenzó con sus funciones en
el primer piso de la Sociedad Española (arriba del Cine Español),
en la década del 80. Sus pares lo eligieron como delegado
del Instituto Nacional de Teatro en Neuquén, hace algunos
años.
Desde allí, Portanko sigue trabajando con entusiasmo por
el teatro. Como parte de la Comisión Cooperadora de la Sala
Conrado Villegas, apoya la función de los que allí
trabajan y esta vez, sube al cartel como director de «Monogamia»,
un desafío que le ofrece la oportunidad de mostrarlo, una
vez más, como «hincha» sin claudicaciones del
teatro. (H.L.).
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