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Aseguran
que el asesino está cercado |
NEUQUEN.- «Lo tenemos
cercado y su detención es cuestión de horas».
Lo dijo el responsable de Investigaciones de la Policía, comisario
Luis Maschio, al referirse ayer al prófugo por el asesinato
del kiosquero Jorge Olave Correa, de 38 años.
El asesino, quien estaría identificado y sindicado como un
sujeto peligroso y con frondoso prontuario, dejó sus huellas
en el interior del kiosco del barrio La Estrella. Las dactilares en
vidrios y el revólver calibre 22 que portaba, y su sangre en
los cerámicos del comercio.
Una fuente policial consultada ayer señaló que el homicida
no se hizo atender en ningún centro asistencial estatal o privado.
Aunque sí se sospecha que contó con la colaboración
de alguna persona con conocimientos de medicina o enfermería
para curarle un profundo corte en un brazo, que le provocó
la víctima con un machete antes de caer muerto.
Los investigadores policiales y de la justicia obtuvieron un importante
testimonio la misma noche del asalto-crimen. Se trata del hijo del
comerciante, quien se encontraba junto a su padre en el momento de
la irrupción de los dos sujetos. El pequeño comentó
cómo ocurrieron los hechos en el negocio que su padre había
abierto no hacía mucho tiempo.
El viernes, varias decenas de policías barrieron el Oeste de
la ciudad, bajo las directivas del juez penal Daniel Geloni. Hicieron
cinco allanamientos, de los que lograron secuestrar prendas y otros
elementos que tendrían vinculación con el asesinato.
Pero no lograron detener a los sospechosos. Es que -se explicó-
la vivienda de Monte Sinaí de la que se llevaron los elementos
estaba vacía.
«Estamos muy bien encaminados y el caso quedaría resuelto
en poco tiempo más», confió anoche una fuente
de la investigación.
El asesinato del comerciante Olave Correa ocurrió el pasado
jueves en el kiosco Los Andes, ubicado en Novella y Lago Curruhué.
El comerciante se resistió al atraco. Tenía un revólver
calibre 32 y un machete. Con esta última arma, se defendió
y le asestó un golpe en el grazo al asesino, que le provocó
n profundo corte. El delincuente, previo a ello, le disparó,
y dejó caer el revólver. Luego salió corriendo
junto a su cómplice. |
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