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TANGO neuquino |
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Milton y Romina, en la
portada de un plegable que los promociona. La pareja neuquina
trabaja y vive del tango en España. |
NEUQUEN.- Eran adolescentes cuando Romina y Milton
comenzaron a acercarse y emparentarse con la danza.
Oriundos de dos populosos barrios neuquinos, estaban destinados para
hacer de esa disciplina artística una manera de vida.
Hoy están en Sevilla, España, con su compañía
de tango y alumbrando caminos para otros argentinos que sueñan
con probar suerte en otros lugares del mundo.
Milton Homann perteneció a un grupo que hacía folklore
y malambo en particular. Con «Melipal» se fue a España
cuando solo contaba con 17 años. La vocación era muy
fuerte, una carga que alimentaba con esperanzas de crecer en la danza.
Después de un tiempo regresó a la Argentina, siempre
para seguir aprendiendo y lograr otras técnicas y otros horizontes.
Romina Godoy bailaba muy bien folklore, en el grupo comandado por
Rubén Fuentes, quien aún sigue en la tarea de enseñar
las danzas argentinas en Neuquén.
Se conocieron y bien pronto aunaron los esfuerzos y las ilusiones
de hacer «cosas» juntos. Por ejemplo, convertirse en profesionales
de la danza.
Fueron alumnos de la Universidad del Tango de Buenos Aires, becados
por la Asociación Civil de Estudios e investigación
del Tango.
También pasaron por la escuela de «los Ditzel»,
emblemáticos maestros de tango y del profesor Héctor
Aricó del Grupo de Danza Argentina, siempre en Buenos Aires.
Todo era poco para sus aspiraciones y ganas. Un día ese duende
intocable llamado aventura, los tentó para viajar y conquistar
otros escenarios.
Sevilla los recibió con algunos amigos que les dieron albergue
por un tiempo, y después la calle, las puertas que se cerraban
o se abrían sin garantizar nada. Solamente la voluntad y convicción
los alentaba a seguir.
Esta historia tiene siete años y un poco más.
Hoy viven en un pueblo pegadito a Sevilla que se llama «Dos
hermanas», tienen una casa amplia y un trabajo que los entusiasma
a quedarse. Sus hijos ( dos) son españoles y el tango sigue
siendo argentino.
Ambos poseen una «Compañía de Aficionados al Tango»,
integrado por diez parejas andaluzas, con quienes recorren distintos
lugares de Andalucía. Dictan clases en distintos niveles en
un espacio alquilado para funcionar como estudio.
Milton agregó a sus conocimientos del tango, otros ritmos latinos
que también hacen furor en aquel país.
Hace poco, fueron representando a la Argentina a una feria en el Muelle
de las Carabelas, en Huelva y se dice que «hicieron capote».
Trabajan, investigan, y se dejan acariciar por la nostalgia hasta
que sensibilizados, vuelven para ver a los suyos.
El paréntesis alcanza para los abrazos y las despedidas, porque
Romina y Milton piensan seguir allá, donde el tango les abrió
su casa soñada. (H.L.) |
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