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El gobierno ya piensa en más vacantes
BUENOS AIRES.- El Gobierno «no va a ser un obstáculo» si el Congreso avanza en el proceso de juicio político contra otros miembros de la denominada «mayoría automática» de la Corte Suprema tras la renuncia de Julio Nazareno, aseguró ayer el ministro de Justicia, Gustavo Beliz.
De esa forma, el funcionario no descartó que la embestida del Gobierno hacia el alto tribunal se extienda hasta lograr la destitución de otros jueces, mediante el mecanismo de enjuiciamiento que habilita la Constitución.
«El Gobierno no va a ser obstáculo del Parlamento si los legisladores determinan otras causales que se analicen, se estudien, se le de la oportunidad de defensa a los involucrados y que no se tape nada», garantizó Beliz en declaraciones radiales.
El ministro reconoció que «hay una gran candidad de causas que tienen como protagonistas a otros jueces» de la mayoría automática del tribunal, y puso de ejemplo el famoso caso Meller que, según dijo, «es un escándalo para todos los argentinos, una auténtica verguenza».
Aclaró que la alternativa de iniciar el proceso de enjuiciamiento no es una facultad que corresponde al presidente Néstor Kirchner, sino que será una cuestión que «deberá definir la comisión» de juicio político de la Cámara de Diputados.
Por otra parte, el funcionario volvió a expresar su satisfacción por la renuncia de Nazareno y rechazó los cuestionamientos que el Gobierno recibió de algunos sectores por su embestida contra el alto tribunal.
«Lo que altera la seguridad política en la Argentina es un juez de la Corte que roba o que quiere peaje, o que establece un mecanismo de recibir sobres para dictar determinados fallos», arremetió en defensa de la actitud asumida por la administración nacional.
Beliz consignó que el alejamiento del presidente de la Corte marca «el fin de un ciclo» y el comienzo de una «nueva etapa muy importante» para el país, «sin privilegios, negocios espurios o situaciones totalmente confusas de toma y daca en relación con el poder político».
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