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Continuarán
las causas en la comisión de juicio político
La Corte sigue en la mira de Kirchner |
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El vicepresidente Daniel
Scioli, ayer junto al mandamás de la Fórmula Uno,
Bernie Ecclestonne. |
BUENOS AIRES.- Luego de la renuncia de Julio Nazareno,
el Gobierno seguirá adelante con el anunciado objetivo de renovar
la Corte Suprema de Justicia, un iniciativa de las más firmes
de la administración Kirchner y para la que cuenta con consenso
legislativo.
Desde el Congreso, el presidente de la Comisión de Juicio Político
de la Cámara de Diputados, Ricardo Fallú, mostró
ayer su disposición a «no archivar» los procesamientos
iniciados contra otros miembros de la Corte, causas que en muchos
casos son compartidas con las que pesaban sobre Nazareno.
Fallú enfatizó que «el único camino que
no se seguirá será el de guardar las denuncias en un
cajón o de tirarlas por la ventana, como supo hacerse en algún
tiempo en la Argentina», aunque no quiso precisar si se apuntará
sobre algún juez en particular, como el actual presidente del
cuerpo, el también cuestionado Eduardo Moliné O’Connor.
«Hay poco más de cien denuncias que abarcan a distintos
ministros de la Corte Suprema. Tenemos la obligación constitucional
de darle trámite a todas. Las que no tengan mérito,
entidad o prueba suficientes deberán ser archivadas y con aquellas
que, por el contrario, tengan respaldo, se iniciará el sumario
respectivo», aclaró.
Por su parte, el ministro de Justicia, Gustavo Béliz, señaló
una vez más que el Gobierno «no va a ser un obstáculo»
si el Congreso avanza en el proceso de juicio político contra
otros miembros de la denominada «mayoría automática».
Con la renuncia de Nazareno, ahora el Cuerpo quedó integrado
por ocho magistrados, entre ellos los considerados miembros de la
denonimada mayoría automática menemista: Guillermo López,
Adolfo Vázquez y el propio O’Connor.
Los jueces restantes son Carlos Fayt, Antonio Boggiano, Enrique Petracci
y Augusto Beluscio, además de Antonio Maqueda, quien fue designado
durante la presidencia de Eduardo Duhalde en lugar de Gustavo Bossert.
Beliz no descartó que la embestida del Gobierno hacia el alto
tribunal se extienda hasta lograr la destitución de otros jueces,
mediante el mecanismo de enjuiciamiento que habilita la Constitución.
«El Gobierno no va a ser obstáculo del Parlamento si
los legisladores determinan otras causales que se analicen, se estudien,
se le dé la oportunidad de defensa a los involucrados y que
no se tape nada», garantizó Beliz en declaraciones radiales.
Aclaró que la alternativa de iniciar el proceso de enjuiciamiento
no es una facultad que corresponde al presidente Kirchner, sino que
será una cuestión que «deberá definir la
Comisión» de Juicio Político de la Cámara
de Diputados.
“No hay que dramatizar el asunto”
BUENOS AIRES.- El vicepresidente Daniel Scioli instó
ayer a «desdramatizar» el tema de la renovación
de la Corte Suprema de Justicia, y no descartó que tras la
renuncia de Julio Nazareno, los diputados continúen con el
enjuiciamiento a otros ministros del alto tribunal.
Scioli enfatizó que lo importante es «avanzar en la independencia
de los poderes», porque de esa forma se darán «señales
muy claras de que el país quiere recuperar la confianza, con
reglas de juego claras y seguridad jurídica».
El vicepresidente, en declaraciones a radio Mitre desde la ciudad
italiana de Milán, no quiso opinar si alcanza con la renuncia
de Nazareno para «limpiar» la Corte.
«Más que comentar si está limpia o no, están
los procedimientos constitucionales para avanzar en el caso de que
haya acusaciones y esto lo priorizó el Presidente, el respeto
por el orden jurídico», indicó.
Y agregó: «No se trata de que interfiera un poder en
el otro, sino en el caso cuando hay denuncias concretas, bueno se
investigan esos casos y se avanza en la acusación».
Cuando le preguntaron sobre la carta de dimisión de Nazareno,
en la que dijo haber percibido una vulneración al derecho a
la legítima defensa, Scioli dijo que «es un tema terminado
con la renuncia».
«Por lo tanto, empieza una nueva etapa y, en ese sentido, Argentina
tiene que ser un país normal y serio, que en el marco de la
Constitución va a ir resolviendo sus problemas», completó.
Por su parte, el diputado nacional del socialismo, Héctor Polino,
anticipó ayer que, tras la renuncia de Julio Nazareno a la
Corte Suprema, pedirá analizar la conducta del vicepresidente
del cuerpo, Eduardo Moliné O’ Connor en el máximo
tribunal.
Polino consideró que «corresponde ahora analizar la conducta
del Moliné O’Connor por la causal de mal desempeño,
al haber avalado con su firma las sentencias recaídas en las
mismas causas en que actuó Nazareno».
En un comunicado de prensa, el legislador nacional advirtió
que «de lo contrario, la Comisión estaría incurriendo
en un acto discriminatorio en contra de uno de los integrantes del
tribunal». |
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