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Romántica
escapada del
hijo de Graciela Borges |
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El hijo de Graciela Borges,
en Punta del Este, junto a la fotógrafa Constanza Piaggio. |
BUENOS AIRES.- (Por Laura Vigo, especial de la revista Caras).-La
playa, el mar, la puesta de sol, el paisaje en sí, es el mismo
que en enero. La diferencia es que durante el invierno Punta del Este
deja de ser la vedette del verano para convertirse en una ciudad íntima,
acogedora y silenciosa. Fueron estas cualidades de urbe turística
fuera de temporada, las que invitaron a Juan Cruz Bordeau y su novia
Constanza Piaggio a pasar el fin de semana largo en el Hotel Conrad.
«Amo este lugar, pasé muchos veranos con mi mamá
y me pareció una buena idea venir unos días con mi pareja.
Constanza trabajó durante el verano y me quedé con ella
en Buenos Aires, por eso necesitábamos tomarnos un avión
y descansar», explica el hijo de Graciela Borges.
Hace ocho meses que está de novio con la joven y talentosa
fotógrafa. Juan Cruz también es un apasionado de las
fotos e incluso hace dos años el relaciones públicas,
recientemente fallecido, Javier Lúquez organizó una
muestra con su trabajo. Alejado del cine -su última película
fue Sabés nadar junto a Leticia Bredice (27)- y de la cámara,
desde hace cuatro meses el multifacético artista está
abocado a un nuevo proyecto. Junto a su amigo Federico Novick están
escribiendo el guión de un programa de televisión. «No
es ficción, es difícil de explicar pero sería
un documental con algo de ficticio. Tenemos muchas expectativas y
espero que pronto grabemos un piloto. Ya había estado embarcado
en una idea para tele pero no se dio».
Su nuevo emprendimiento lo tiene absolutamente comprometido y es por
eso que le pareció ideal la invitación del hotel &
resort uruguayo para despejar la mente y dedicarle tiempo a su pareja.
«Nunca había estado en el Conrad. Mi mamá me lo
recomendó y nos trataron muy bien. Visitamos algunos amigos
en José Ignacio y aprovechamos la ciudad. Teníamos las
playas y todo sólo para nosotros, fue genial y muy romántico».
Llegaron el viernes a última hora y se alojaron en una suite
del piso 9 con vista a La mansa. Lo primero que pidieron fue conocer
el spa y quedaron encantados con la pileta climatizada. Esperaban
las últimas horas de la tarde para disfrutar de la piscina
a solas, después de haberse sometido a una sesión de
masajes o relax. El sábado a la noche, jugaron algunas fichas
en el casino y después cenaron en un restaurante de José
Ignacio con amigos. Todos los días amanecieron temprano y después
de un nutritivo desayuno continental, salieron a disfrutar del buen
clima que los acompañó hasta el lunes, cuando volvieron
a Buenos Aires. |
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