NEUQUEN.- «Enseñar
a pescar en lugar de dar pescados», eso hace un grupo de alumnos
del colegio salesiano San José Obrero en Chacaico Sur, una
pequeña comunidad mapuche ubicada a 70 kilómetros
de Zapala. Van allí a lo largo del año para transmitirle
a los pobladores aquello que recibieron en la escuela: un oficio.
Aprenden, a su vez, los valores de la gente de campo que sabe mucho
de dignidad y respeto.
Este programa, que los chicos de cuarto y quinto año denominan
«la misión», se ejecuta en el colegio desde hace
tiempo. Antes de Chacaico Sur otros estudiantes -hoy, ex-alumnos-
fueron a Tricao Malal y Colipilli. Esta continuidad en el proceso
de «enseñar aprendiendo» (enseñar un oficio,
aprendiendo valores y a ejercer la solidaridad) les valió
un reconocimiento a nivel nacional.
Wal-Mart Argentina eligió este proyecto entre 372 presentados
en todo el país y lo premió con una orden de compra
por 6.500 pesos que serán destinados a la adquisición
de insumos para la campaña que tienen previsto realizar los
chicos a fines de agosto a Chacaico Sur.
Ayer, directivos de la cadena de supermercados visitaron el colegio
y conocieron a los alumnos y los docentes que hicieron posible esta
iniciativa. Gastón Wainstein, gerente de Relaciones Institucionales
de la firma, manifestó su orgullo por darles una mano en
esta acción solidaria. «Queremos que sepan que pueden
contar con nosotros. No sólo compramos y vendemos, también
hacemos cosas para insertarnos en la comunidad», dijo.
La directora Gabriela Tagliavini consideró que el premio
obtenido, «Escuela Solidaria 2003», «no es como
cualquier otro que hayamos recibido antes. Somos una escuela salesiana
y nos interesan los valores. La misión incentiva el aprendizaje
de otras cosas en los chicos y requiere de mucho trabajo extracurricular».
Por su parte, los alumnos recordaron que esta misión en particular
les ha costado mucho esfuerzo. Habitualmente, las misiones duran
tres años en cada localidad. Pero en Chacaico Sur ya llevan
dos años trabajando y sólo pudieron concretar un viaje.
«Para poder ir tuvimos ayuda de nuestras familias, hicimos
empanadas, cuidamos autos cuando había algún casamiento
en el salón de la escuela. ¡Qué no hicimos para
viajar!», dijeron.
Los profesores Adrián Zúñiga y Jorge Ferrer
reiteraron lo dicho por los chicos y añadieron que todos
los inconvenientes también contribuyen a esta experiencia
de vida porque los chicos notan lo que es sacrificarse, resignando
tiempo y dinero para una salida quizás, a fin de conseguir
un objetivo común: llegar a Chacaico Sur.
El lema que atraviesa cada una de las misiones es: «Sentirme
útil y poder entregar al otro parte de lo que soy y sé».
Los jóvenes viajan dos semanas al año a la comunidad
elegida para capacitar a sus miembros en carpintería, herrería
y electricidad y proveerles herramientas compradas a través
de colectas. Con todo eso, los participantes del taller pueden desarrollar
actividades productivas como por ejemplo elevar la productividad
de las huertas familiares existentes y mejorar las condiciones generales
de vivienda.
|