GRAL.ROCA.- El gremio
de los docentes logró ayer arrancar un compromiso de las
autoridades encargadas del mantenimiento de escuelas, para «blanquear»
los gastos en las obras y la certificación de los trabajos
que realiza cada una de las empresas constructoras contratadas.
Luego de varios intentos frustrados, finalmente ayer se concretó
la reunión entre las autoridades de la UnTER, directivos
de escuelas y el titular del área de mantenimiento, Luis
Salvucci. Pasadas las 9, se inició el encuentro en el Centro
de Educación Media Nº 43, del barrio 827 viviendas,
donde durante tres horas discutieron sobre las características
de las obras que se están llevando adelante. El eje del diálogo
siempre estuvo dirigido a los trabajos que se desarrollan en las
escuelas y las falencias que -según el gremio- se fueron
detectando durante las últimas semanas, y que generaron un
duro cruce con las autoridades provinciales del Consejo Provincial
de Educación (CPE). Al realizar una evaluación del
encuentro, el titular del sindicato, Carlos Tolosa remarcó
que se logró un gran avance en varios aspectos que tienen
que ver con el mantenimiento de los edificios pertenecientes al
CPE. Uno de esos puntos fue el compromiso de Salvucci de controlar
personalmente la culminación de los trabajos que llevan adelante
las empresas constructoras, de manera tal de certificar que los
trabajos se desarrollaron en su totalidad.
Pero en relación con tema de gastos y financiamiento, poco
pudo aportar el funcionario ya que explicó que no lleva un
control de los erogaciones que se realizan en todos los establecimientos.
Tal afirmación inmediatamente llevó a los directores
a solicitar una especificación de los montos gastados desde
hace tres meses, cuando el gobierno de la provincia retomó
el compromiso de mantener el estado de los edificios escolares.
«Resulta que el año pasado la ministra Mázzaro
sostuvo que hay un presupuesto para toda la provincia de 1,3 millones
de pesos. Pero ahora nadie sabe en que se está gastando»,
subrayó el dirigente gremial en torno a los montos que se
manejan para las obras escolares. Otro de los puntos en duda, surgía
cada vez que se terminaba un trabajo. En ese momento los directores
tenían que firmar -según explicaron- un documento
en blanco donde no se fijaba ningún monto de las tareas.
Y es por eso que ayer apuntaron a dejar asentado los valores que
demandó la firma en cuestión a la hora de presupuestar
la obra.
Ahora tanto los dirigentes de UnTER como los integrantes del área
de mantenimiento, se comprometieron a reunirse nuevamente el 13
de junio en el mismo colegio, de manera tal de seguir con las negociaciones
para mejorar la relación entre esos organismos. También
se acordó que no se contratarán más los servicios
de la empresa perteneciente a una persona de apellido Palacios,
por considerar las prestaciones «defincientes».
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