Gracias, maestro
Señor director:
Los que queremos al tango, tuvimos nuestro regocijo
y nos deleitamos con el fuelle mistongo del querido y gran maestro
Rubén Juárez.
Son pocas las palabras para reconocer semejante talento, con su
voz privilegiada y sus manos mágicas acariciando su fiel
amigo de tantos años, el bandoneón, al cual parece
inyectarle un corazón a esa caja de madera, y definido su
sentimiento hacie él, en el tango Mi bandoneón y yo:
«Si yo a mi bandoneón lo llevo puesto, como un cacho
de tango entre los dedos, y está de Dios que al dar mi último
aliento, moriremos a un tiempo, mi bandoneón y yo».
Los que tuvieron la suerte de presenciar su show en Neuquén,
creo que compartirán en un todo mis conceptos.
Creo que es hora de darle a nuestros músicos argentinos,
el lugar, el reconocimiento y el respeto que ellos se merecen, porque
ya lo dijo Rubén la noche de su actuación, «el
que diga que no vive de los aplausos, es mentira, yo hace 34 años
que vivo de ellos», cero que no basta solo con aplausos, efectuarles
los homenajes en vida es lo más correcto a aquellos que llevan
nuestra cultura por el mundo y que hacen que no se pierda y la siguen
reivindicando en cada lugar que sus voces se escuchan o suenan sus
instrumentos.
Maestro, gracias por su voz, por su fuelle, por su amor al tango
y por su vida dedicada a engrandecer nuestra música ciudadana.
¡Viva el tango, y viva Ud.!.
Hugo E. Capozzoli, D.N.I.: 23.918.410
Agradecimiento
Señor Director:
Primero a Dios, y a través de este diario queremos
agradecer a todo el equipo de cirujanos y el personal del Hospital
Italiano de Buenos Aires que intervino en la cirugía hepática
que se le realizó a Carlos A. Abraham y Carlos R. Abraham
el día 5 de Marzo del 2003 con mucho éxito, aunque
con mínimas complicaciones, resultantes de un post-operatorio
hepático.
También agradecemos a todos los médicos de Neuquén,
como a la Dra. Beatriz Ríos, el Dr. Angel Alleva (Hosp. Reg.)
que ayudaron a que ésta se pueda llevar adelante apoyando
en todo a Carlos (padre e hijo) y a nosotros, principalmente a Argentina
(Quity) quien es esposa, madre y acompañante indispensable
que con fuerza y valentía apoyó esta difícil
decisión. También damos gracias a toda nuestra gran
familia, a amigos, vecinos y conocidos que nos han ayudado a la
distancia rezando por todos y a veces con un simple llamado nos
levantan el ánimo y nos acompañan más de lo
que creen...
Por favor donen los órganos hay cientos de enfermos esperando
por ellos, que por un lamantable hecho o gracias a ustedes se puede
salvar...
¡¡Muchísimas gracias!!
M. Soledad Abraham, DNI 25.975.007
M. Emilce Abraham, DNI 22.116.356
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