BUENOS AIRES.- El dólar
cerró ayer en los mismos valores que ayer, cotizado a 2,74
y 2,79 pesos para la compra y venta, respectivamente, merced a una
nueva y fuerte intervención del Banco Central, luego de una
jornada en la que el billete estadounidense llegó a retroceder
dos centavos.
Después de experimentar un retroceso de hasta dos centavos,
el dólar al público se recuperó sobre el filo
de la rueda y finalmente repitió en las casas de cambio el
mismo promedio que en la víspera.
Los vaivenes de la divisa, según los operadores, estuvieron
emparentados con los persistentes rumores electorales que ponían
en duda la realización del ballottage del domingo por la
declinación de Carlos Menem.
Pero en lo que hace a cuestiones estrictamente técnicas del
mercado, el sostenido ingreso de divisas de los exportadores siguió
presionando hacia abajo al dólar, en otra jornada que contó
al Banco Central como el principal comprador.
La reacción se repitió en todas las franjas del mercado
cambiario y así en el segmento mayorista el «billete
físico» entre bancos quedó en 2,77 y las transferencias
en 2,761 pesos avanzaron 0,4 por ciento.
En tanto, el Banco Central tuvo que absorber los 92,1 millones de
dólares que no encontraron demanda entre bancos e importadores,
lo que lleva a pensar que si no mediara la intervención oficial
el dólar podría haber cerrado definitivamente hacia
abajo.
Paralelamente, funcionarios del gobierno de Estados Unidos presentaron
ayer a nivel mundial el nuevo diseño del billete de 20 dólares
que cuenta con otros colores -además del tradicional verde-
y un mejoramiento en la seguridad para prevenir la falsificación.
El nuevo billete fue presentado desde Washington en una transmisión
vía satélite para los países del mundo que
tienen mayor atesoramiento de dólares, como Argentina, Ecuador,
México, Panamá y Rusia, entre otros.
Bajo la consigna «El Nuevo Color del Dinero: Confiable. Inteligente.
Seguro», el billete fue lanzado en Washington por Alan Greenspan,
presidente de la Reserva Federal; John Snow, secretario del Departamento
del Tesoro; Rosario Martin, Tesorera de EEUU; Thomas Ferguson, Director
de la Oficina de Grabación e Impresión, y W.Ralph
Basham, director del Servicio Secreto de los EEUU.
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