NEUQUEN.- La prisa
mostrada por los diputados para descongelar el tratamiento de la
reforma educativa en la Legislatura no encontró eco en el
gobierno donde se evalúa que aún no es momento para
avanzar con una iniciativa de ese tipo.
La encargada de bajarle el tono a las expectativas de los legisladores
fue la vicepresidenta del Consejo Provincial de Educación
(CPE), Cristina Storioni, quien consideró que «tratándose
de una cuestión central como es la educativa, primero debería
tratarse de sumar opiniones y consultar».
En el gobierno no cayeron bien unas declaraciones formuladas por
la titular de la comisión de Educación, Viviana Susterman,
primero cuando mencionó la necesidad de modificar el Estatuto
del Docente, y luego la de acelerar el tratamiento de la reforma
«sin hacer consultas políticas».
Nadie del Ejecutivo salió a respaldar a Susterman (ex vicepresidenta
del CPE cuando la jefatura del organismo era ejercida por Graciela
de Chrestía) para acometer con la modificación del
Estatuto, una norma que cada vez que se la menciona levanta polémica,
especialmente con el sindicato docente.
«Cuando prima la búsqueda del protagonismo en cuestiones
centrales es absurdo pensar que vamos a conseguir resultados»,
dijo Storioni quien, además, se expresó en contra
de modificar ahora el Estatuto Docente.
Fuentes del gobierno consultadas por LA MAÑANA DEL
SUR afirmaron que ni el gobernador Jorge Sobisch, ni el
jefe de Gabinete, José Brillo, fueron consultados por Susterman
para avanzar en ese sentido.
En cuanto a la reforma educativa, los legisladores de la comisión
de Educación se pusieron de acuerdo en una agenda de trabajo
que, entre otros objetivos, procurará definir «el perfil
de alumno que queremos», según lo había adelantado
Susterman.
La comisión de Educación que preside la legisladora
había quedado vacante luego de la renuncia a su banca del
actual ministro de Gobierno, Oscar Gutiérrez.
Allí se encontraban archivados media docena de proyectos
de ley de educación provincial, la norma que en Neuquén
reemplazará a la que aprobó el Congreso de la Nación.
Es que la Ley Federal de Educación aquí fue declarada
inaplicable a consecuencia de los conflictos que originó,
especialmente con el sindicato docente ATEN.
En el gobierno, además, no se sintieron cómodos por
la falta de comunicación de las autoridades de la comisión
con el gobierno para avanzar en lo que el Consejo de Educación
califica como «una cuestión de Estado».
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