NEUQUEN.- En los últimos meses, Neuquén
viene evidenciando un aumento en el robo de vehículos, con
algunas particularidades para destacar: muchos de los rodados se
recuperan completos pero los otros -de los cuales aparecen sólo
restos- forman parte de un floreciente negocio de autopartes donde
la plaza local se va posicionado cada vez más y alcanza a
todo el Alto Valle. Por ahora, predomina a diferencia de las grandes
ciudades, el «levantamiento» de coches de la vía
No dejar el rodado durante la noche en lugares oscuros
y despoblados.
Colocar sistema de alarma al rodado y/o cortes de corriente.
Circular con las puertas trabadas y en lo posible vidrios
levantados.
No dejar en el rodado elementos que puedan llamar la
atención.
No dejar puertas abierta y/o vidrios bajos.
Mantener la llave del rodado en lugar seguro mientras
no sea utilizado, y el control de alarma separado.
No entregar las llaves del rodado para lo que estacionen
o laven en la vía pública.
No dejar la documentación del vehículo
en el interior.
Apagar el motor y retirar las llaves, mientras ingresa
el rodado al garaje o se detiene momentáneamente
en algún lugar. |
|
|
pública y sin ocupantes, con horarios y zonas de preferencia
en la capital neuquina y donde además, prevalecen algunas
marcas, como Gol, Fiat Uno o 147. El tema es motivo de investigación
de parte de las Policías de la zona, porque evidentemente
existe un mercado para este tipo de maniobra: de la inmediata venta
de repuestos y partes se calcula una ganancia que roza los $2000
por cada vehículo desmantelado.
De enero a la fecha, en la ciudad de Neuquén se reportaron
77 autos robados, un 10 por ciento aproximadamente más que
igual trimestre del año pasado, según la dirección
de Sustracción de Automotores de la Policía neuquina.
De ese total, se recuperaron ya 31. Oficialmente se informó
que un 85% aparece en buenas condiciones, mientras el 15% restante
fue a desguace o «corte», es decir a los desarmaderos
ilegales.
Detrás de estas maniobras funcionan verdaderas organizaciones,
de no menos de 10 personas, que buscan en la calle directamente
vehículos que de antemano, ya tienen «vendidos».
El comisario inspector Oscar Pincheira, a cargo de esa dirección,
es quien explica cómo funciona: «intervienen distintas
personas con distintas funciones, desde el que marca el vehículo
-en la jerga es el levantador-, el que lo sustrae y los que los
guardan en talleres o casas particulares que ofician de desarmaderos.
Además, están los de más especialidad en el
oficio, que se encargan de cortarlos y vender las partes. Cada uno
cobra un porcentaje y detrás, obviamente, hay una cabeza
de la organización». En lo que va del año, ya
se detectaron tres «desarmaderos» que funcionaban en
estas condiciones. «En los allanamientos, encontramos los
autos cortados, a nivel del techo y a partir de alli comienza el
desguace, salvo chasis y motor, que son los que tienen numeración.
Eso no se vende», explica Pincheira.
«Evidentemente existe un mercado para que esto funcione, y
es un mercado interno y también de fuera de la provincia.
De la misma manera, actúan personas locales y otras en tránsito»,
interviene el comisario general, Luis Maschio, a cargo de la Superintendencia
de Investigación, de la que depende la dirección Sustracción
de Automotores. Este tema precisamente, es motivo de seguimiento
para la fuerza y de hecho, se trabaja de ahora en más, en
comunión con la Policía de Río Negro y Chubut.
Como prevención, se intensificaron los controles en los ingresos
a la provincia, revisando vehículos, documentación
en cuanto a compra-venta en aquellos casos sospechosos y operativos
en talleres mecánicos y casas de venta de repuestos usados.
A la hora de desmenuzar a estas organizaciones delictivas, hay algunos
elementos que se destacan: por ejemplo, todos los vehículos
robados fueron alzados de la vía pública, nunca con
ocupantes. Hay zonas elegidas en la capital neuquina, más
allá de que la operación posterior al desguace, abarque
a todo el Alto Valle. En general, los robos se dan en el denominado
Alto y Bajo de la ciudad, y es casi nulo en los extremos este-oeste.
Fiat Uno, 147 o Gol VW son los preferidos, no sólo porque
en mecánica son parecidos y por ende, la «ubicación»
de los respuestos es más rápida, sino porque además
se trata de los autos más pedidos por circulación.
Otra característica de estos grupos, es que como se requiere
de cierto «oficio» para los cortes, en general no trabajan
con menores de edad y tampoco con mujeres.
Además de los propietarios de los vehículos robados,
en la calle, los negocios expuestos a la venta de repuestos o desarmaderos
legales son los primeros afectados por estas maniobras. Existe casi
un juego permanente entre los que delinquen por complicar a los
legales, al punto, que frente a esos locales muchas veces citan
a los compradores de repuestos con pago por adelantado, en una suerte
de nueva versión del «cuento del tío».
Pero más allá de lo anecdotario, para la Policía
resulta difícil de probar en muchos casos el papelerío
de las partes que se venden, en negocios habilitados, porque se
sospecha que así como hay perjudicados también están
los que usan el local como «pantalla». Lo cierto es
que la zona del Alto Valle parece ir fortaleciéndose como
mercado apto para estas maniobras.
Los comercios que viven de la venta de repuestos sienten la presión
de esta competencia ilegal desde los últimos siete meses,
aproximadamente. Y por clientes que llegan o datos que circulan
en el mercado, se cree que las organizaciones buscan autos en la
capital neuquina pero luego, las distintas etapas que existen hasta
la venta de repuestos, se reparten en una franja mucho más
amplia, que va de chacras de Río Negro a Cutral Co.
Cooperación de Chubut,
Río Negro y Neuquén
NEUQUEN.- Desde el mes pasado, las Policías
de Neuquén, Chubut y Río Negro, trabajan formalmente
en cooperación sobre distintos temas de interés común,
como el robo de vehículos, los evadidos, control de tránsito
o transporte de sustancias peligrosas.
El 7 de marzo, en Río Colorado, los ministros de Gobierno
de cada una de esas provincias sellaron el acuerdo de cooperación
a través de las policías, respetando obviamente, cada
jurisdicción y los marcos legales existentes. De hecho, el
trabajo de cooperación se venía haciendo informalmente
pero ahora fue oficializado.
Como primer paso en esa nueva estructura de funcionamiento, a consideración
de las otras fuerzas se encuentra un proyecto de la Policía
neuquina para contar con una base de datos común, sobre robo
y hurto, antecedentes y fugas. La idea es poder en base al sistema
informático, acceder desde los distintos puntos de control
a la misma información, que se incluiría desde este
año en adelante.
La ganancia inmediata ronda los dos mil
pesos
NEUQUEN.- En los comercios dedicados a la venta
de repuestos, el accionar de estas organizaciones que desguazan
vehículos les genera un indisimulado malestar, básicamente
por dos razones: una por el perjuicio económico ante una
competencia desleal pero también, porque sienten que en muchos
casos se «mete todo en la misma bolsa» y se convierten
en sospechosos. Una vez «levantado» el vehículo,
la ganancia inmediata es de aproximadamente $2000.
«Es imposible competir, no me interesa en esos términos
pero es muy cierto que se incrementó el robo de vehículos
en Neuquén, porque para que te des una idea, se están
afanando entre 10 y 15 parabrisas y lunetas por día...eso
es porque hay quien compra ese material», cuenta un comerciante
del rubro. Y casi con el mismo malestar, conocedor de que cuanto
se saca a un vehículo, puede servir, dice: «lo que
se ve, es que por ahora no hay perfeccionamiento porque cortan mal...cortan
todo sin importarles lo que rompen. Cortan en función del
pedido que tienen de piezas. Acá, esos delincuentes todavía
están en pañales».
Otro comerciante consultado afirma sin temor al error, que el 85
por ciento de los autos que se roban corresponden a Fiat 147, Uno
o Gol VW y se hace «a pedido». «Es porque están
marcados, son fáciles de sacar los parabrisas por ejemplo,
y es lo que más sale. Por un trabajo sólo de ese tipo,
el que lo saca no cobra más de 20 pesos. Nuevos valen cerca
de 100 pesos, por lo que el reducidor se guarda entre 40 y 50 pesos».
Pero además, porque un auto caro implica otros riesgos por
las medidas de seguridad que seguramente incorpora el propietario.
Para tener una idea del negocio, vale tener en cuenta algunas cifras.
Los ilegales cotizan así: «el que levanta el vehículo
unos $500 y los que lo cortan unos $1000». Lo que por ahora
falla, a ojo de los comerciantes, es la distribución, etapa
que completa el circuito delictivo.
En cuanto a los repuestos, la cotización ilegal ronda las
siguientes cifras: una caja de cambios sale por $300 y un juego
de butacas también (el doble si la busca en un comercio establecido).
Las puertas, por ejemplo, se venden por $100 cada una, cuando legalmente,
rozan los $250. El tablero es otro punto: «cuando nosotros
lo vendemos, hablamos sólo del tablero, los que reducen lo
venden por $150 e incluye todo: el torpedo, la columna de dirección
y también la pedalera», cuenta uno de los comerciantes.
En la lista de repuestos de rápida salida, se suma también
por ejemplo, la tapa de cilindro que se puede conseguir por $300
o un carburador por 100 pesos. Legalmente, el primero no baja de
$500 y el segundo de $400. Así, un vehículo rápidamente
desmantelado permite una ganancia de 1500 y 2000 pesos, a repartir
entre 7 y 10 personas.
|