BUENOS AIRES.- Una
vez que el duhaldismo parece haber encontrado en la figura del santacruceño
Néstor Kirchner el candidato que buscaba para enfrentar a
Carlos Menem, ahora los hombres del Gobierno avanzan en el intento
de convocar al Congreso partidario para anular las internas y habilitar
el sistema de «neolemas».
El problema principal que se le presenta a los operadores duhaldistas
es que hasta el momento no consiguen asegurarse a los dos tercios
de congresales que habían convocado en el último Congreso
de noviembre, debido a que en algunos distritos importantes como
Córdoba y Santa Fé, no comparten el criterio de anular
las internas. Sin embargo, los dirigentes más optimistas
del duhaldismo confían en que en el término de diez
días (se habla del 17 o del 23 del corriente) podrán
reunir a un nuevo cónclave partidario para anular las internas
y a la vez habilitar a todos los precandidatos a que utilizen los
símbolos del PJ en sus listas, aunque ninguno de ellos sea
considerado como el postulante oficial.
El secretario general de la Presidencia, José Pampuro, es
el principal vocero de los «optimistas» ya que ayer
aseguró que no habrá internas y que el peronismo participará
de las elecciones del 27 de abril con el denominado sistema de «neolemas».
Esta posiblidad es resistida por el menemismo dado que los seguidores
del riojano confían en que en una interna el ex presidente
vencería a Kirchner u a otro candidato que el duhaldismo
le ponga enfrente. También estiman que una postulación
de Menem como candidato oficial del PJ amplía su panorama
en la contienda electoral nacional, dado que con el peronismo diseminado
el riojano apenas supera el 10 por ciento de voluntades, según
las distintas encuestas.
En cambio, los seguidores de Adolfo Rodríguez Saá
coinciden con la posiblidad de que se disponga un sistema de «neolemas»
y así lo expusieron tiempo atrás en la Junta Electoral
que había elegido el Consejo Nacional dominado por Menem.
«Es una salida», reconoció el apoderado del adolfismo,
Enrique Rodríguez, aunque descartó que por coincidir
en el mecanismo vayan a participar del nuevo congreso partidario
impulsado por Duhalde para anular las internas. Es que los seguidores
del puntano no quieren emitir ninguna señal confusa que los
haga aparecer como «funcionales» a los intereses de
Duhalde.
La valla más difícil a sortear
Por tratarse de un congreso ordinario (el que se realizaría
entre el 17 y 23 de este mes), los duhaldistas necesitan un poco
más de 300 delegados para tener quórum y así
poder sesionar.
Sucede que si pierden gran cantidad de los más de 600 congresales
que reunieron en los dos últimos cónclaves, se pondría
en evidencia el debilitamiento sufrido por el sector, desprestigio
que podría salpicar también al candidato recientemente
alumbrado, o sea Kirchner.
El problema para los duhaldistas es que tanto los gobernadores José
Manuel de la Sota como Carlos Reutemann, que aportan un importante
número de congresales insisten en que el candidato del PJ
surga de una elección interna.
A ellos habría que sumarle los representantes de provincias
chicas, hasta hoy aliadas a la estrategia de Duhalde, cuyos gobernadores
no están muy convencidos de la decisión del Gobierno
de apoyar la candidatura de Kirchner.
Ante la abrumadora mayoría de los congresales reunidos en
el estadio Obras (en noviembre pasado), el menemismo no tuvo más
remedio que asimilar el golpe y reconocer que había perdido
el control de la estructura del PJ.
Pero en caso de que ese escenario se revierta y Duhalde ya no aglutine
a los dos tercios de los representantes, pero igual insista en modificar
las condiciones electorales con sólo un puñado de
dirigentes fieles, quien se vería fortalecido es Menem, lo
que podría poner al peronismo al borde de una posible fractura.
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