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El presidente
los llevará de
gira por el Nordeste de Brasil
Los ministros de Lula conocerán
la miseria
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Indios de varias tribus,
ante el Palacio Planalto, ayer en Brasilia, antes de entrevistarse
con el presidente. |
BRASILIA.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio
Lula da Silva, llevará hoy a sus ministros a una gira por el
empobrecido nordeste del país, donde nació, para que
«conozcan de cerca el hambre y la miseria» de una región
cuyos índices sociales están entre los peores del mundo.
Sin embargo, Lula no podrá lanzar, como preveía, su
plan para combatir el hambre debido a que aún no está
listo. La falta de presupuesto y las idas y vueltas entre sus organizadores
sobre su instrumentación atrasaron hasta febrero el lanzamiento
del plan Hambre Cero, considerado por Lula como la prioridad de su
gobierno.
El plan Hambre Cero consiste, básicamente, en la entrega de
50 reales, unos 15 dólares, mensuales por familia, aunque el
coordinador del programa, el ministro José Graziano, señaló
que en el futuro podría ampliarse a 150 reales.
Hoy, en una gira que se extenderá hasta mañana, Da Silva
llevará a su esposa, Marisa, y a 30 de sus 34 ministros a los
estados nordestinos de Piauí, el más pobre del país,
y Pernambuco, donde él nació, y al norte de Minas Gerais.
La intención del presidente brasileño es que, como decía
en la campaña, sus colaboradores más inmediatos «conozcan
de cerca el hambre y la miseria para que tengan más sensibilidad
a la hora de gobernar».
Hoy, Lula da Silva y su «caravana social» visitará
una favela (barrio careciente) en los suburbios de Teresina, capital
de Piauí, y otra en Recife, capital de Pernambuco. La gira
terminará en la ciudad de Itinga, en el norte de Minas Gerais,
donde se prolonga la aridez y la pobreza que caracterizan al interior
de los nueve Estados del Nordeste, la región más pobre
de Brasil y cuyos índices de desarrollo humano son similares
a los de países del Africa subsahariana.
Lula da Silva quería lanzar el plan Hambre Cero en esta gira
y así lo anunció el viernes pasado, durante su primera
reunión de gabinete luego de asumir la presidencia del mayor
país de América latina.
Enojo
El gobierno hasta había elegido la ciudad de Guaribas, a 650
kilómetros de Teresina, en Piauí, para lanzar el programa
con el cual espera haber eliminado el hambre al finalizar su mandato
de cuatro años. Es que Guaribas encarna el flagelo del hambre
y del atraso: con 4.814 habitantes, tiene una mortalidad infantil
de 59,9 cada mil nacidos vivos, el doble que el promedio nacional,
y los adultos alfabetizados son apenas el 41 por ciento.
Pero las dificultades para llegar a esa ciudad y los problemas de
seguridad obligaron a un cambio de ruta que, según la prensa
brasileña, derivó en el primer gran enojo de Lula da
Silva en lo que va de su corto gobierno.
Además, el gobierno debió postergar el lanzamiento del
plan Hambre Cero. Según el coordinador del plan, el ministro
de Seguridad Alimentaria, José Graziano, la nueva fecha es
la primera semana de febrero, siempre en Guaribas pero sin Lula da
Silva.
En una conferencia de prensa, Graziano explicó que en su primera
fase el plan Hambre Cero abarcará a 387 familiares de Guaribas
que ya han sido catastradas y que luego «ese número se
ampliará a 500 familias». A partir de Guaribas, el plan
Hambre Cero se extenderá a todo el Nordeste y el Norte del
país.
Según Graziano, cuando termine el primer semestre del año
el plan Hambre Cero estará implementado en 959 ciudades, con
lo cual abarcará a 2.200.000 de familias, el 25 por ciento
del total de personas que pasan hambre en este país.
La entrega de 15 dólares mensuales por familia se hará
a través de tarjetas magnéticas que permitirán
a los beneficiados la compra de alimentos en locales catastrados.
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