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La carrera del goleador.
Alejandro Díaz, el héroe de la tarde. La primera
pelota que tocó la convirtió en victoria para
Atlético Neuquén. |
NEUQUEN.- El golpe de la fortuna estuvo del lado
de Atlético Neuquén porque cuando su rival, Villa
Iris, estaba equilibrando las acciones sufrió la expulsión
del volante Rubén Carrasco. Para colmo, acto seguido, una
acción desacertada del arquero Luis Trujillo, le permitió
al recién ingresado Alejandro Díaz, convertir el único
gol de la tarde, al cabo el único que tuvo el partido y que
le otorgó al equipo tricolor la ventaja en la primera final
del torneo Clausura del LIFUNE.
Claro que hubo un hombre clave. El entrenador Oscar Mazzone, quien
decidió en el momento apropiado el ingreso del -a la postre-.
héroe de la jornada.
De esta manera Atlético Neuquén, sacó mínima
ventaja en la definición y con sólo empatar en la
revancha será el campeón.
Los alrededor de 1.300 espectadores pudieron observar un desarrolló
típico de una final en que abundó más la fricción
que el buen juego. Quizás ésta sea la mayor deuda
que dejó el partido: la falta de vuelo futbolístico,
casi fue un clamor de los aficionados, que como en las viejas épocas
del fútbol regional, supo responder a la convocatoria. Una
muestra del entusiasmo que se vivió por éste compromiso
se vio en la aglomeración de hinchas para ingresar a la cancha,
con tres cuadras de autos pugnando por llegar a tiempo.
Con ambos equipos utilizando un esquema táctico similar:
tres hombres en la última línea, la primera etapa
del encuentro fue regular. En ese lapso, fue el local el que mostró
mayor presencia en el área rival. Lo mejor que se pudo apreciar
en Atlético fue el desempeño de Marcelo Correa, quien
fue el encargado de mover los hilos del ataque.
Precisamente a los 10 minutos, el volante ofensivo avisó
con un tiro libre, que se estrelló en el travesaño
«villero». Diecisiete minutos más tarde, otra
vez Correa entró en escena, en esta oportunidad asistiendo
a Enrique Velázquez, quien sacó un disparo que nuevamente
rebotó en el horizontal.
Promediando la etapa, Atlético no encontraba en sus delanteros
-algo estáticos- la efectividad necesaria para marcar el
desequilibrio. Villa Iris, bien parado y con mucha gente en mitad
de cancha, se las rebuscó para mantener el marcador en cero.
Un reflejo de ello fueron las dos intervenciones del delantero,
Héctor Méndez, con sendos cabezazos que dejaron preocupación
en la defensa local.
En el complemento las acciones del encuentro fueron más parejas
porque Villa Iris encontró el equilibrio en la mitad del
campo de juego. Además, el ingreso del delantero Manuel Laino
-autor de tres goles el domingo pasado frente a Don Bosco- provocó
el entusiasmo de los parciales del «Torito de Mariano Moreno»,
sin embargo la expulsión de Rubén Carrasco, condicionó
la mejoría que venía mostrando el equipo de Héctor
Sepúlveda.
En medio de esta vorágine, hubo un hombre que supo sacar
provecho de la situación. Ese fue el entrenador Oscar Mazzone,
quien acertó con el cambio de Alejandro Díaz por Mario
Fuentes. Y el «Chapulín» no defraudó porque
en la primera que tocó la mandó fue gol. El delantero
aprovechó una inexplicable salida del arquero Luis Trujillo,
para sacar un remate que un rebote extraño se elevó
y terminó en el fondo del arco de Villa Iris.
Con el marcador arriba y con un hombre más, Atlético,
continuó atacando con la intención de lograr una mejor
diferencia, pero careció de las ideas y argumentos para ampliar
la ventaja. Con Héctor Méndez poniéndose el
equipo al hombro y un solitario Pablo Castro, peleando contra toda
la defensa «tricolor», la visita tuvo coraje, pero se
acordó tarde.
Aunque el resultado no le asegura la gloria al equipo de Mazzone,
el próximo domingo -en cancha de Centenario o Pacífico-
tendrá que demostrar que tiene pasta de campeón ante
un Villa Iris con hambre de gloria, que intentará revertir
la historia.
“La presión la tendrán
ellos”
NEUQUEN.- Para este tipo de definiciones «hay
que tener la suerte del campeón pero, eso sí, acompañarla
de otra cosas..». Sereno y con un poco más de tranquilidad,
Oscar Mazzone, recurrió al clásico «latiguillo»
del ámbito futbolero, y se despachó a gusto tras la
victoria de su equipo, Atlético Neuquén sobre Villa
Iris en la primera final del torneo Clausura de LIFUNE:
Más allá de la fortuna que reconoció, Mazzone
aclaró, de todos modos, que su equipo mereció ganar
por un gol mas de diferencia. «Villa Iris sólo vino
a defenderse», señaló y agregó que «si
bien nosotros tampoco tiramos manteca al techo, demostramos ser
un equipo ordenado durante los noventa minutos del partido’.
No obstante el conjunto «tricolor» mantiene una ventaja
para la revancha, el entrenador indicó que «aún
faltan noventa minutos, pero ahora la presión será
de ellos».
Respecto al planteo que propondrá jugando como visitante,
Mazzone aseguró que saldrá a jugar con la misma alineación,
siempre y cuando se recuperen los jugadores que ayer sufrieron lesiones.
De acuerdo a lo manifestado por el técnico, Enrique Velázquez
tiene golpeado su hombro derecho, Mario Fuentes sufre una inflamación
en uno de sus tobillos y Víctor Correa padece de un tirón
en su pierna derecha.
El operativo de seguridad funcionó a
la perfección
NEUQUEN.- Impecable y sin fisuras. Así
se pude denominar del dispositivo policial montado ayer en el estadio
de Atlético Neuquén, en un partido considerado de
riesgo por lo que estaba en juego y considerando los antecedentes
en el fútbol neuquino registrados durante el 2002.
A pesar de algunos piedrazos -de ambos simpatizantes- que volaron
a la salida de la cancha, la policial actuó de forma inmediata
y logró detener a un par de simpatizantes agresores.
Dentro del estadio no se produjo ningún episodio de violencia
y dentro del predio, detrás de uno del arcos se ubicó
un patrullero y un móvil de Bomberos Voluntarios.
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