Louis (Jonathan Rhys-Meyers), un carismático
joven Irlandés, cantante de rock, se encuentra casualmente con
una sobreprotegida chelista, Lyla (Keri Russell). Entre ellos nace un
fugaz amor del que nace August Rush (Freddie Highmore), pero los jóvenes
deciden continuar sus vidas por separado y abandonan al pequeño,
que es ingresado en un orfanato.
Cuando August alcanza la edad de 11 años demuestra que es un
prodigio musical y atrae la atención de un trabajador social
(Terence Howard). Del encuentro, el niño saca la idea de comenzar
una vida ligada a la música y decide escaparse del orfanato y
huir a Nueva York, donde se une a un grupo de jóvenes músicos
callejeros, liderado por Wizard (Robin Williams), su peligroso y misterioso
benefactor.
Después de muchos años, Lyla emprende la búsqueda
de su hijo, tras años de haberlo abandonado. Por su parte, Louis
debe luchar contra sus propios fantasmas e intentar de recuperar sus
ganas de vivir a través de su música. Finalmente, August
se ve dividido entre sus padres y su fidelidad a Wizard. Cuando logra
escapar de los lazos que le atan a su benefactor, se convierte en la
revelación del prestigioso conservatorio musical de Julliard,
donde terminará componiendo la sinfonía que dirigirá
ante un público de cuarenta mil personas en Central Park, utilizando
así su extraordinario talento para encontrar a los padres de
los que estuvo separado desde su nacimiento.