Por CECILIA SOBERÓN
El Concejo de Plaza Huincul ha demostrado más de una vez que
es terreno propicio para la polémica. El primer ejemplo es
que Mario Esperón, elegido por la ciudadanía para presidir
el cuerpo, decidió voluntariamente dejar el cargo. Después
hubo muchas idas y vueltas que dejaron manchada la imagen de los legisladores
municipales.
No conformes con los bochornos anteriores, los ediles protagonizaron
otro escándalo en la sesión ordinaria de ayer, cuando
la Concertación y el bloque del Frente y la Participación
Neuquina intentaron que se designara a Miguel Sabadini como presidente
en reemplazo de la renunciante Mónica Suárez. A un mes
de cumplir un año en el gobierno, los concejales no han conseguido
ponerse de acuerdo en quién debe presidir el Concejo. Tantas
indefiniciones llevaron a que en estos meses cuatro personas diferentes
ejercieran el cargo y si Sabadini finalmente consigue su designación
serán cinco en un año, un record para nada envidiable.
Parece obvio pero habría que comenzar por el principio: si
Esperón no hubiera cometido el error de dejar su cargo esto
no hubiera pasado y, probablemente, la división en el bloque
oficialista tampoco
Miguel Tumbarino, que iba segundo en la lista de la Concertación,
asumió como presidente y allí comenzaron los problemas.
Porque la crisis institucional del municipio provocó que fuera
designado Jefe de Gabinete por ser la persona de confianza del intendente
Alberto Crespo. Por la presidencia vacante comenzó la disputa
entre el concejal Esperón, quien quería recuperar su
lugar, y Mónica Suárez, quien finalmente fue elegida.
Resulta que Suárez se vio obligada por razones de salud a pedir
una licencia y asumió Gustavo Rodríguez, del partido
Servicio y Comunidad, que ocupó el cuarto lugar en las elecciones.
Ahora, se intentó modificar esa situación, que no parecía
seria, pero sin resultados positivos. El porqué de este nuevo
fracaso debe buscarse en la inexperiencia de los concejales de la
Concertación, aunque a esta altura deberían saber que
para tratar un tema en sesión ordinaria como mínimo
debe tener un despacho de comisión. Supongamos que se intenta
obviar ese paso, entonces deben buscar consensos porque en el recinto
el bloque oficialista es minoría y se exponen a que la oposición
les gane en una votación, como finalmente ocurrió.
Las deficiencias en el órgano legislativo son graves, sobre
todo porque estos mismos ediles evalúan las normas que después
deben cumplir todos los ciudadanos. Porque para eso están:
no para proponer acciones al Ejecutivo, ni para diseñar acciones
de gobierno; sino para sancionar leyes, normas municipales que desde
el primer habitante hasta el último deben cumplir.
Desde hace mucho tiempo los vecinos de Plaza Huincul le dedican poca
atención al trabajo de sus legisladores, eso tendría
que cambiar para evitar que los bochornos vuelvan a sucederse después
de la próxima elección. |