El evento fue organizado por CAFI y
contó con un auditorio colmado entre empresarios y técnicos.
General Roca > Si es amarilla mejor;
la textura y el tamaño grande y los aromas y el sabor de la
pera fueron algunas de las conclusiones que se expusieron ayer en
esta ciudad sobre el escenario mundial de esa fruta y las preferencias
del consumidor.
La jornada, que se realizó en el auditorio de la Fundación
Ciudad de las Artes, fue organizada por la Cámara Argentina
de Fruticultores Integrados (CAFI) y tuvo por objetivo dar a conocer
las conclusiones de lo que fue el Congreso Internacional –Interpera
2008-, que se desarrolló en mayo último en Lleida- España.
Miguel Giacinti, Ignacio Bello y Jorge Aragón dieron a conocer
lo que fue el mencionado evento, y realizaron las interpretaciones
de lo que se pudo conocer sobre la demanda de peras y el escenario
que se viene para esa fruta.
Con un auditorio completo, los técnicos brindaron distintas
conclusiones como por caso, que tanto en mercado de Estados Unidos
como el de Alemania, la pera es consumida principalmente por mujeres
y que, por tratarse de un producto de compra espontánea, es
decir que se ve y se compra, su presentación –además
de la calidad- debe ser de excelencia.
Tal como surge de las exposiciones, la pera ideal que hoy el mundo
quiere consumir debe reunir algunas particularidades; una pulpa de
entre 5 y 10 libras, color amarillo al momento de la compra, de forma
periforme alargada, de tamaño de entre 60 y 75 milímetros
y un peso de entre 150 y 250 gramos. Además, debe tener un
nivel de sólidos solubles de entre 13,6 y 17 grados Brix.
Como coincidieron los técnicos en sus exposiciones, las peras
que produce la región y en concreto la emblemática William’s,
cumple con los parámetros de la pera ideal para el consumo
de hoy en el mundo.
Aragón sintetizó las líneas de investigación
que se están realizando en distintos países de Europa
para buscar nuevas variedades –híbridos-, y fue así
que exhibieron imágenes de los nuevos desarrollos de peras
amarillas, bicolores, rojas y en la gama del marrón.
Indicó que la pera tiene la característica negativa
de no poder ser consumida en forma inmediata a la cosecha y al ser
adquirida en la góndola.
Desarrollo
Algunos de los objetivos de la búsqueda de nuevas variedades
apunta a poder revertir esa situación.
Pero aclaró que el hecho de que existen innumerables proyectos
en distintos países para desarrollar nuevas variedades de peras,
no constituye un riesgo para la producción regional y para
las especies de pera que se producen en Argentina.
“La región tiene que seguir trabajando en las variedades
que la han caracterizado y poder mejorar aún más su
calidad; tenemos 5 o 6 variedades que se dan de manera excelente y
tenemos que trabajar en ellas; podemos elegir una variedad insignia
o emblemática, como es el caso de la William’s, y a la
vez seguir trabajando con las variedades que, por lo que se pudo ver,
se ajustan a la demanda del consumidor mundial”, acotó.
Mercado global
Por su parte, Giacinti indicó que actualmente, el mercado mundial
de peras está muy segmentado, por lo que el consumidor exige
particularidades.
Explicó que el escenario argentino para la pera dentro del
Hemisferio Sur es favorable, teniendo en cuenta que por distintos
factores, sus principales competidores como es Sudáfrica y
Chile, han visto reducidas sus superficies de cultivo y por ende,
sus producciones.
Esa disminución parecer haber sido aprovechada por Argentina
teniendo en cuenta que, mientras Sudáfrica y Chile han reducido
sus hectáreas desde 2001 a 2007, Argentina ha incrementado
su superficie.
Sin ir más lejos, en 2002 Argentina exportó 311.290.952
kilos de peras a 36 países mientras que en 2007 se enviaron
413.405.968 kilos a 56 países.
Proyección
De acuerdo a lo estimado por el experto, la proyección de la
producción de pera es ascendente y se podría llegar
a 2015 con un rinde promedio de 35 toneladas por hectárea,
contra las 28 toneladas promedio por hectárea de 2007.
Entre algunas particularidades del consumidor mundial, Giacinti indicó
que en Estados Unidos, la compra de pera es espontánea, es
decir que no se programa la compra de esa fruta, lo que sin duda depende
de la presentación de la misma. El consumidor de peras está
en el segmento de entre 31 y 50 años y en forma mayoritaria,
la mujer.
Un caso similar se da en Alemania aunque en esta plaza, el consumidor
es de 50 a 60 años, manteniéndose la mujer como mayor
consumidora.
No menos importante es el tema de los costos de producción
sobre los que se explayó Giacinti y que es, sin duda, el tema
sobre el que hay que seguir trabajando.
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