Por Darío soto
Optimismo y satisfacción se puede resumir que es el sentimiento
que anida en cada uno de los integrantes de la delegación rionegrina
que viajo a España en busca de mayor conocimiento y experiencia.
La generación de consorcios para el tratamiento de los residuos
aparece como la acción más próxima de realizar,
integrando municipios por región, optimizando recursos y mancomunando
esfuerzos para dar solución a una cuestión por demás
importante, compleja y muy onerosa individualmente para cada uno de
los municipios. Pero esto no es más que una muestra de todo
lo que se puede trasladar como experiencia para nuestra provincia.
Los viajeros destacaron como hecho notable la forma de trabajar alejada
de pujas partidarias, con todo el esfuerzo puesto en lograr objetivos
en función del beneficio de las comunidades. Indudablemente
que la presencia de miembros de la oposición en la delegación
habla de una predisposición orientada en el mismo sentido,
y las declaraciones de unos y otros recoge ese sentimiento, trabajar
juntos sin que las diferencias partidarias entorpezcan la concreción
de objetivos comunes.
Críticas
Sin embargo no fueron pocos los que consideraron el viaje como un
dispendio innecesario de recursos. Caso puntual la crítica
realizada desde el Frente Grande a través de su máxima
figura provincial el diputado nacional, Julio Arriaga, que mereció
una respuesta dura, realizada casi con desprecio por un compañero
de ruta en el Frente para la Victoria, el intendente de Roca Carlos
Soria. “Alguien que piensa de esa manera no puede gobernar nada”,
dijo el roquense evitando siquiera nombrarlo: “Es un tonto;
dice cosas que no sabe. Está en las pequeñeces. No tienen
significancia las declaraciones de un dirigente como él. Es
fiel reflejo de cómo estamos”, se despachó, y
cerró expresando preferir “no dedicarme más a
él porque hay cosas más importantes”.
Justicia para la Justicia
El Consejo de la Magistratura volvió a dar una clara muestra
a la comunidad con respecto al seguimiento y análisis de la
labor que desempeñan los magistrados que integran el Poder
Judicial. La destitución del ahora ex juez de Instrucción
y Familia de Villa Regina, Alberto Cariatore, se suma a la de Guillermo
Léskovar Garrigós, quien también fue separado
de su cargo a través de un juicio político, y a la renuncia
de Guillermo Moyano (para evitar el juri de enjuiciamiento).
Pero las señales no solamente apuntan a una mera “conformación”
por tantos reclamos de Justicia que existen a partir de distintos
hechos impunes, sino que también es utilizada como una herramienta
para que los jueces revisen su labor y a su vez, comprendan que existe
un organismo que puede analizar su tarea y castigarlos si no han cumplido
con la labor que les fue encomendada.
Más allá de las cuestiones puntuales, el caso de Cariatore
volvió a genera un profundo malestar en el Colegio de Magistrados,
quienes prometen salir al cruce de la avanzada de la Auditoría
General que encabeza Gustavo Martínez.
Por ahora, la lista de jueces y funcionarios que están en al
ojo de la tormenta es larga y de continuar con esta política,
la probabilidad de que el Consejo de la Magistratura destituya a otros
magistrados, es bastante alta.
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