Por María Argel
Mientras el gobernador Miguel Saiz realiza gestiones de negocios
en la tierra de Mahatma Ghandi, su compañero de fórmula,
Bautista Mendióroz, eligió la cordillera de Río
Negro para afianzarse como candidato a un cargo que ya conoce, la
vicegobernación.
El hombre «Blanco» reunió a todos los radicales
en Bariloche y además desplegó una agenda de reuniones
en ambientes donde su figura es muy conocida: cámaras empresarias
y sectores vinculados al turismo. El político también
aprovechó la popular Fiesta de las Colectividades y se mostró
sonriente y distendido en el rincón de música y sabores
con el que identificó a sus ancestros: el vasco.
Pero, puertas adentro, Mendióroz llegó a la montaña
para tratar de poner paños fríos a una discusión
que enfrenta al posible candidato a intendente, Hugo Castañón,
con los representantes del Partido en el Concejo. Es que el actual
legislador les reprochó haber avalado el Presupuesto y otras
medidas que propuso su anterior aliado, el intendente Alberto Icare.
Entonces Castañón lanzó llamaradas de críticas
que desataron un incendio de magnitud, el mismo que llegó a
aplacar Mendióroz.
En Viedma
Antes de viajar a Bariloche, el presidente del Bloque Radical en la
Legislatura fue uno de los impulsores de renovar las funciones a los
miembros del máximo órgano de control externo que tiene
la provincia: el Tribunal de Cuentas. Haciendo suyo el pedido del
gobernador Saiz, Mendióroz avaló en la Legislatura la
decisión de no innovar en cuanto a la designación de
funcionarios con funciones de control en el Estado. Esta situación
le valió duras críticas de parte de un sector de la
oposición, que aspiraba a acceder a cambios en las designaciones
y que se efectivicen las teorías desplegadas durante el debate
de la reforma política en la provincia.
Así, los hombres del radicalismo continuarán en el Tribunal
de Cuentas, cuestión que originó el mismo debate y críticas
que cuando el gobernador Saiz decidió en su momento incorporar
a la abogada Liliana Piccinini como procuradora general de la provincia.
En Bariloche
El intendente Alberto Icare está ensimismado con las elecciones
a convencionales que deberá enfrentar el próximo 24
de septiembre y a la vez quiere apostar fuerte a su reelección.
Pero para ello tuvo un rechazo inesperado de los peronistas más
ortodoxos de Bariloche, quienes se mostraron díscolos frente
a la decisión del senador Pichetto de conformar el Frente para
la Victoria. Es que el PJ quedó en tercer lugar en la lista
a convencionales y no tenían, hasta hace pocas horas, el nombre
del candidato. Finalmente, se decidió que será el funcionario
de Migraciones, Diego Puente, quien sí mantiene buenos términos
con Miguel Pichetto, el que completa la lista de los candidatos a
convencionales detrás de una cara nueva que puso Icare, Arabela
Carreras, y del ex diputado nacional Julio Acavallo. Pero, la decisión
no llega aún a un final feliz porque hay quienes insisten en
ir «por fuera» del Frente para la Victoria y no están
convencidos de que Icare y los suyos tengan la anuencia del presidente
Kirchner. Del otro lado, el radicalismo intenta mostrarse en bloque
y no son pocos los que le atribuyen a su largo brazo el momento de
discordia que atraviesa, desde que comenzó a gestarse, el Frente
para la Victoria.
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