Por Ramiro Morales
Los dos máximos responsables de la Salud neuquina, el ministro
Daniel Vincent y el subsecretario Claudio Ferrón, protagonizaron
esta semana un verdadero culebrón, que terminó en la
nada –al menos en su relación inmediata y mediática-,
pero que logró llevar a un segundo plano la pronunciada crisis
que atraviesa el sistema público. Mientras, entre rencillas
y discusiones, la fricción le ganó una semana más
a la búsqueda de soluciones verdaderas.
Es que, a menudo, algunos funcionarios olvidan el interés supremo
hacia el que debería estar orientado su trabajo: la mejor calidad
de vida de los ciudadanos.
Y si bien es verdad que la crisis no comenzó ayer ni hace un
mes, no menos cierto es que no se perciben gestos concretos para virar
la nave ni –menos aún- se avizoran en el horizonte puertos
felices.
La rápida respuesta de Ferrón, un día después
de que una directora denunciara la existencia de decenas de “ñoquis”
en su sector, fue la más elocuente señal enviada desde
la asunción de diciembre. Y, tal vez, sea el primer paso concreto
hacia el tan mentado cambio. Claro, lo hizo a menos de 24 horas de
haber sido confirmado en su cargo y de que el gobernador Jorge Sapag
reiterara que no tolerará situaciones tan peligrosas para un
gobierno.
Políticas petroleras
Por otro lado, el mandatario ratificó su política petrolera,
luego de que se intensificaran las voces de repudio y las acciones
judiciales en contra de la renegociación de los contratos petroleros
que lleva adelante la provincia, y que es la principal herramienta
con que cuenta la actual administración para incrementar los
ingresos de las arcas provinciales.
Sapag aseguró que la renegociación de las concesiones
que concluyen entre 2015 y 2017 permitirá contar con fondos
frescos, que se destinarán a los municipios que reclaman dinero
de forma desesperada y a realizar obras comprometidas, y que se podrán
destinar a futuros aumentos salariales para los estatales, otro de
los frentes que más presiona al Gobierno.
Sapag respondió a quienes se oponen y dijo indirectamente que
las condiciones que se negocian con las petroleras apuntan a atraer
inversiones en exploración hidrocarburífera para de
esa manera obtener mayores ingresos por regalías.
Mientras, desde movimientos por la nacionalización del petróleo
y partidos opositores aseguran que el incremento de la renta petrolera
que logrará la Provincia será insuficiente y hasta plantean
la inconstitucionalidad de las renegociaciones.
La polémica en torno al principal recurso económico
de la provincia es central y debería abrirse un debate que
contemple a toda la sociedad, para no quedar atrapada en una discusión
dialéctica entre el oficialismo y la oposición.
La duda ahora es si los docentes, que anunciaron que pedirán
una suba del 45 por ciento, estarán dispuestos a negociar,
tal como lo hicieron al inicio del actual gobierno, o si en cambio
endurecerán su postura y provocarán un escenario de
conflicto. Sin embargo, a pesar de que el reclamo por aumentos resulta
lógico en base al ritmo de la inflación, deberán
rediscutir la magnitud de su pedido que, en principio, aparece como
exagerado.
Regreso
Mientras, la ciudad de Neuquén se sacude aún con los
coletazos causados por la disputa entre Nación y el campo.
El retorno a escena del ex intendente capitalino Horacio Quiroga,
quien tiene marcadas y tal vez irreconciliables diferencias con un
sector del gobierno municipal, revolucionó el ambiente.
El radical, a la vez que confirmó su intención de pelear
por la gobernación en 2011, no sólo descartó
la posibilidad de sumarse a la gestión Farizano sino que aclaró
que no formará parte de una fuerza que incluya a UNE, el nuevo
partido provincial representado en la comuna por Mariano Mansilla.
Una muestra de la interna política que se vive, de acuerdo
a lo relatado por lo bajo por funcionarios de relieve, es el episodio
violento ocurrido en una toma del oeste de la ciudad, en el que resultó
herido un chofer municipal.
Y aunque hay mucho camino por recorrer, no resulta inimaginable que
una vez más se reitere un escenario político favorable
para la reelección de Sapag y del MPN, con una oposición
dividida –una vez más- y con sus principales actores
peleando por el segundo lugar en las elecciones provinciales.
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