Por Andrea De Pascalis
El análisis del presupuesto municipal 2008 puso en manifiesto
un quiebre de relaciones entre los concejales del MPN y el Ejecutivo
municipal. El MPN tomó su rol de oposición y decidió,
después de mucho tiempo, no dar el aval al cálculo de
recursos preparado para este año y que plantea endeudarse en
20 millones de pesos.
El primer semestre del año no fue fácil para la oposición,
no tuvo chances de pisar fuerte y sus opiniones e intenciones quedaron
en el olvido más de una vez. Sin embargo, con la ayuda del
edil de Recrear, Marcelo Bermúdez, el partido provincial tomó
protagonismo y tocó justo en el lugar más sensible de
la política municipal: el presupuesto 2008 y la situación
financiera que se avecina para 2009.
El presupuesto fue el disparador, luego vinieron las críticas
que durante la última semana se escucharon en varios de los
despachos del Legislativo. “El Ejecutivo no nos tiene en cuenta”,
se dijo y se criticó duramente la falta de diálogo con
el intendente Martín Farizano.
También se manifestó que desde el Gobierno comunal no
hay intenciones de resolver los problemas de la gente y en este discurso
se resguardaron los concejales para no dar el aval al presupuesto.
“La relación que estamos teniendo es muy mala. El intendente
no escucha, no nos recibe, tenemos que resolver cosas que le corresponden
a ellos”, afirmó Mario Pilatti, concejal emepenista.
“El Ejecutivo no cree en el Legislativo, el 30 de noviembre
vence Indalo, quieren un aumento y no sabemos qué va a pasar,
lo sabemos por los medios pero no por ellos”, agregó
Bermúdez.
Las frases resonaron en el segundo piso del Palacio Municipal y cuando
el intendente se enteró que en el Legislativo circulaba una
nota que solicitaba una audiencia con él, firmada hasta por
dos ediles del radicalismo, no lo dudó y se hizo presente en
el Concejo.
Tratando de calmar las aguas y manteniendo el perfil que quiso imponer
desde su primer día de gestión, los invitó a
encontrarse en el quincho municipal para dialogar y encontrar un camino
de consenso.
A pesar de la convocatoria, el intendente no logró frenar las
críticas, sino que enfureció aún más a
los concejales que, aunque aceptaron, criticaron con dureza que los
haya invitado a comer un asado. “No es el ámbito para
trabajar”, respondieron desde el Legislativo.
En este contexto y frente a esta falta de diálogo y respuesta
denunciada por la oposición, los concejales emepenistas optaron
desde hace unos meses enviar notas al Ejecutivo para obtener respuestas.
“Como no nos responden ninguna comunicación empezamos
a mandar notas a ver si tenemos respuestas”, dijo Julio Ocampo,
presidente del Bloque del MPN, más de una vez.
Tal vez esta postura emepenista de buscar recursos que los coloquen
en el rol de oposición esté generada también
porque las decisiones del Ejecutivo ganaron un rol protagonista dentro
del Concejo, ya que el interbloque toma medidas en conjunto y hasta
el momento no hay ediles que se hayan rebelado a la autoridad.
Además tres ordenanzas fueron vetadas por el intendente, hecho
que dejó en claro también que si las normas sancionadas
no son del agrado del Gobierno, Farizano prefiere bajarle el pulgar,
tal es el caso del loteo en Alto Godoy y la norma de los vecinalistas
vetadas parcialmente, dos normas que habían sido aprobadas
por mayoría pero que respondían a un despacho por minoría,
propuestos por el MPN.
Estas actitudes marcan por un lado que el Ejecutivo pisó fuerte
y mientras pueda no dará chances a pesar de que en su discurso
marque su intención al diálogo y al consenso, y por
otro lado hay una oposición que espera el mejor momento para
encontrar una situación que los haga fuerte y obligue al Gobierno
a dar la respuesta que ellos esperan.
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