Opinión: La Semana en Río Negro

Lo que viene, lo que viene…

 
 

El desenlace en el Senado plantea interrogantes sobre el futuro de referentes rionegrinos y la relación Río Negro-Nación.

Disminuir tamañoAumentar tamañoCambiar tamaño  Imprimir Imprimir

 
       
   
   
 

Por Alfredo Celani

Carlos Soria se desplazaba a media mañana del pasado jueves por los despachos ministeriales porteños en busca de soportes financieros para obras públicas de su ciudad con la imagen de intendente de exitosa gestión, muy elevado consenso en la gente de su ciudad y flamante titular del PJ rionegrino tras elecciones en las que arrasó. Como si realmente nada de lo que hubiese sucedido en el país en las horas previas parecía rozarlo o conmoverlo.
Cuentan en la intimidad algunos de los fieles allegados del intendente roquense que lo sucedido en el Senado se convirtió en el plano partidario en un severo golpe para uno de sus amigos de la política como es el caso de Miguel Pichetto, pero a la vez sugirieron que sentía una especial sensación interior por cuanto el traspié del oficialismo nacional pudo ser consecuentemente un impacto en el radicalismo leal a los Kirchner; ergo, el gobierno provincial, oponente al que tiene entre ceja y ceja.
A propósito de Pichetto, esa misma tarde del jueves Soria iba a tratar de localizarlo en Buenos Aires. “Voy a sacarlo a pasear, así se quita un poco la tensión vivida”, le dijo a alguien de confianza.
Seguramente que Pichetto pudo haber hallado en ese encuentro un poco de alivio en sus horas verdaderamente difíciles. No es fácil digerir lo que ocurrió y no sólo por el voto adverso que encontró en el vicepresidente Julio Cobos, sino que como titular del bloque oficialista no consiguió siquiera disciplinar a varios de los senadores del mismo signo partidario. Hay quienes mencionan de algún reproche que pudo haber recibido de Néstor Kirchner en ese sentido, como también de su réplica con parecido y desafiante tono. “Vení vos entonces a ponerlos en línea”, es la frase que le atribuirían al entonces nervioso y desencajado legislador, quien en un momento y a viva voz hasta culpó a la Concertación por “mi derrota por la gobernación” en Río Negro, como si de esa manera trasladara la responsabilidad al ex presidente por un resultado que, en definitiva, lo decidieron los ciudadanos rionegrinos.
Es admisible y aunque no se manifieste claramente que la figura del jefe del bloque de senadores quedó maltrecha. Y más allá de la gratitud y aprecio que dijo recibir luego de la propia Presidenta de la Nación, en política las cuentas y errores se pagan. Más aún en este caso, donde el gobierno tenía y con razones fundadas una mayoría senatorial que hasta podría haber prescindido tranquilamente de una definición tan extrema y frustrante como realmente ocurrió.
Sólo el tiempo revelará si la misión que tendrá asignada Pichetto seguirá siendo la misma como eje principal del diezmado grupo de fieles legisladores.

Y del otro lado…
En esta misma columna, hace siete días mencionamos estas dos frases que por su significación no pierden vigencia.
“En política, yo nunca obedezco ni desobedezco; hago lo que pienso, sobre todo a esta altura de mi vida” (Pablo Verani).
“Y… todos lo conocemos a Pablo; no es fácil… (Miguel Saiz).
Nada ha cambiado. Ni siquiera el trato mutuo, a pesar de la inocultable intención que tenía el gobernador de que el senador acompañara el proyecto sobre las retenciones con el que aquél coincidía, más como un acuerdo programático con el gobierno central que como una imperiosa necesidad para la provincia.
Ayer, en la misma confitería de Roca donde suelen encontrarse especialmente los sábados, volvieron a compartir la mesa de café con otros amigos en charlas que abarcaron no precisamente el candente tema de estos días.
“Vos sabés que la amistad con Miguel no se roza con estas cosas. Para nada. Y que yo haya votado en contra del proyecto oficial no cambia las cosas en la provincia. No podía votar de otra forma. No sé, quizá por ahí, hay que ver cómo sigue la relación con Nación. Pero ellos (el gobierno nacional) deberán entender que perdieron porque se les dieron vuelta sus propios senadores justicialistas. El bloque que tenían de 42 se les redujo a 36. Es una visión equivocada echar la culpa a otros; un error; pero vamos a ver qué pasa… Ojalá no afecte los proyectos que dependen de Nación y menos la relación con Miguel, que ha sido muy franca y abierta de su parte”, le dijo ayer Verani a La Mañana, en un diálogo más a solas.
Es cierto que en definitiva lo que se decidía esta vez era un tema de gravamen a cereales que no gravitan en Río Negro. No superan las 200 hectáreas de esa plantación en superficie provincial. Seguro que otra cosa hubiese sido si existían intereses que fuesen mucho más propios.
Pero lo que inquieta es la señal, como que dos de los tres legisladores nacionales -entre diputados y senadores- que identifican al gobierno de la provincia (Juan C. Scalesi y Pablo Verani) hayan votado en contra de la iniciativa K.
Ésa es la tarea a reconstruir. Y sólo también lo que viene podrá esclarecer.

 

 


La Mañana Neuquen
Redacción Cómo anunciar  |  Webmaster
Neuquen - Fotheringham 445 - Teléfono 449 0400
Copyright © 2002-2004 - La Mañana Neuquen - Todos los derechos reservados
 
 
 
 
 
 
 

 

 

Energía
Productivo

 


Especiales La Mañana Neuquén

Visite La Mañana Cipolletti

Visite La Mañana Roca
 Transportes Interurbanos
 Guía Profesional
 Teléfonos de urgencia
 Farmacias de turno
 Transporte Aéreo
 Quiniela
 Horóscopo
 
 
 
 
 
 
 
 

Cine
Teatro
Recitales
Televisión
Videos