Por JORGE VILLALOBOS
La gestión municipal que encabeza Alonso experimentó
el segundo revés consecutivo por parte de la oposición
en el Concejo Deliberante en su afán por aprobar un aumento
de las tasas retributivas. El traspié dejó al oficialismo
con un sabor amargo, porque intentó seducir a la oposición
con un aumento moderado para los contribuyentes residenciales, pero
el MPN y la Concertación-PJ no cedieron.
El Gobierno busca un poco de oxígeno financiero para tratar
de equilibrar las cuentas. Pero ni los números en rojo que
presentó para argumentar la necesidad de la suba de las tasas
convencieron a los ediles opositores, que advierten que no es el momento
oportuno para el «impuestazo», cuando se encendió
«la luz naranja» por la temporada de invierno, que no
levanta cabeza.
Los operadores del vecinalismo golpearon la semana pasada las puertas
del bloque del MPN, pero estaban cerradas. Luego, sondearon en la
Concertación-PJ y se abrió una tenue esperanza. Aunque
no fue suficiente para aprobar el proyecto oficial. Por eso, el oficialismo
reenvió la iniciativa a comisión antes de que naufragara
por completo.
El gobierno municipal había propuesto una suba de entre el
20 y 25 % para los contribuyentes residenciales y de alrededor del
70 para los usos comerciales y hoteleros. La nueva oferta representaba
un 20 % menos de incremento en relación al proyecto original
que el Ejecutivo municipal envió hace más de un mes
al Concejo. La Concertación-PJ impulsa, en cambio, una suba
generalizada del 18 % para todas las categorías. Así
el gobierno municipal ha estado dando vueltas desde hace varias semanas
sobre un terreno donde les cuesta a los funcionarios moverse. Y la
oposición ha hecho pesar su mayoría legislativa para
marcar la cancha al Gobierno.
Alonso enfrenta esta semana el desafío de revertir la derrota
en el Concejo en la sesión del jueves. Su administración
necesita con urgencia esos recursos para evitar que el pasivo siga
en aumento porque la recaudación propia no alcanza a cubrir
los costos de los servicios que presta el municipio.
Además, la interna entre el Ejecutivo y el bloque de concejales
de la Unión Vecinal Angostura Comunal (UVAC) sigue vigente
a pesar de que los protagonistas se esfuerzan por maquillarla.
Fuentes partidarias advirtieron que con el pase de Eugenio Rossi,
quien renunció como director de Recaudaciones y asumió
la semana pasada como secretario parlamentario del Concejo, en el
Deliberante sólo quedaron los «puros». Rossi es
uno de los dirigentes de la mesa chica de la UVAC, junto con los concejales
José Dino y Héctor Aguilar. En cambio, Alonso quedó
con un gabinete conformado por vecinalistas puros, como Emilio de
Alvear y Edgardo Cortese, y funcionarios alineados con el jefe comunal,
pero que no vienen del riñón de la UVAC. Por ahora,
los sectores conviven, pero las diferencias se siguen profudizando.
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