Por Jorge Villalobos
Cuando la temporada alta ya se palpita en otros destinos turísticos
de la región cordillerana, en Villa La Angostura hay, por ahora,
caras de preocupación.
La impresión es que el destino de esta localidad está
atado a factores que están fuera de su control. Hoy, la población
es cautiva de la nieve, de la resolución del conflicto del
gobierno nacional y sectores del campo y de los avatares del aeropuerto
de Bariloche, ubicado en otra provincia.
Pero esas variables también afectan a otras ciudades que viven
del turismo. Aunque parece que golpea con mayor fuerza en Villa La
Angostura. Algunas hipótesis indican que la falta de turistas
se explica por la falta de servicios.
Por eso, la semana pasada se reabrió un debate en algunos pliegues
de la sociedad civil donde se advirtió un posible amesetamiento
económico en la villa.
¿Pueden vivir 15.000 habitantes de La Angostura del turismo?
Algunos sectores aseguran que sí, otros lo ponen en duda. En
rigor, las temporadas de invierno representan todo un desafío
para los prestadores turísticos locales que deben medir fuerzas
contra dos pesos pesados, como cerro Catedral y Bariloche y Chapelco
y San Martín de los Andes. La contracara es la temporada de
verano. Aunque algunos prestadores afirmaron en marzo pasado que los
turistas colmaron la villa, pero gastaron menos.
¿Se pueden encontrar otras fuentes de ingresos para no depender
del turismo? Allí está el dilema para esta población.
Mientras algunas entidades intermedias y dirigentes políticos
aseguran que hay que preservar los conceptos de “aldea de montaña”
y “destino de excelencia”, orientados a un nivel de turistas
de importante poder adquisitivo. Otras voces señalan que la
brecha entre el concepto y la realidad es cada vez más amplia.
Hoy, el boom inmobiliario que generó un importante crecimiento
de la construcción parece que perdió vértigo
por los vaivenes de la economía nacional. En consecuencia,
existe una franja de trabajadores que no pueden ser absorbidos por
la actividad turística.
¿Villa La Angostura genera condiciones propicias para nuevas
inversiones? La pregunta divide a esta sociedad. Por un lado, se indica
que el excesivo celo en la normativa local espanta a los inversores
y que hay grupos de la comunidad que se oponen sistemáticamente
a nuevos emprendimientos “invocando al medio ambiente”,
como señaló un alto dirigente político.
Desde la otra vereda se defiende la rigurosidad del Código
de Planeamiento Urbano. “Somos turísticos, no vamos a
empezar a poner fábricas complementarias”, afirmó
una fuente oficial.
“Nunca hubo una inversión grande en La Angostura, siempre
fueron medianas y pequeñas”, apuntó. Indicó
que fueron iniciativas privadas de personas que se instalaron en la
villa para cambiar de vida, no por una ecuación económica.
“No porque no haya casino, golf y cine viene menos gente”,
observó.
Y aseguró que cuando rechazaron las inversiones fue porque
no se justificaban en relación con el daño ambiental
que producirían. De todos modos, pronosticó que “antes
de que terminemos la gestión vamos a tener las Provinciales,
golf y cine”.
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