Por Ramiro Morales
“Serán unos 20 mil trabajadores en la calle que pedirán
por el juicio y castigo a los responsables del asesinato del profesor
Carlos Fuentealba”, expresó un dirigente gremial horas
antes del inicio de la multitudinaria movilización al cumplirse
un año de que el docente neuquino fuera herido de muerte en
la represión policial de Arroyito.
El reclamo para que se encuentren los culpables del homicidio de Fuentealba
es de un importante sector de la comunidad neuquina.
Para arribar a un fallo justo será necesario que la Justicia
provincial, tan cuestionada en estos últimos años por
su posible funcionalidad y sometimiento a los intereses del gobierno
de Jorge Sobisch, logre realizar su trabajo en forma adecuada despojándose
de todo tipo de ataduras y compromisos. Será fundamental que
los jueces puedan accionar sin presiones ya sean éstas gubernamentales,
gremiales o de los medios de comunicación.
El contexto es favorable y los magistrados tienen un panorama acorde
para actuar con equidad, porque esas presiones parecen haber quedado
en el pasado. ¿Lo podrán hacer estos jueces? ¿Son
éstos los jueces que podrán dar ese paso?
Y en el caso de que la justicia funcione, ¿cuál sería
el grado de culpabilidad que le cabe al ex gobernador Jorge Sobisch?
Más aún sabiendo que fue él quien se autodefinió
como responsable de dar la orden de reprimir.
El ex mandatario provincial es acusado de “asesino” por
los representantes de las distintas organizaciones sociales. La muerte
de Fuentealba fue para él prácticamente su muerte política
y eso se reflejó en las urnas el 28 de octubre cuando intentó
llegar, sin ninguna chance, a la Presidencia de la Nación.
Por otra parte, ¿qué responsabilidad les cabe a los
que alientan el corte de ruta como mecanismo de protesta?
El gremio le pidió al gobernador Jorge Sapag que “entregue”
a Sobisch. Le solicitó también que imparta a los legisladores
del oficialismo la orden de agilizar el juicio político a los
miembros del Tribunal Superior de Justicia. Además, desde ATEN
insistieron en que es él quien tiene “la llave”
para encontrar a los responsables ideológicos de la muerte
del docente. ¿Cuánto tiempo le darán a Sapag
para que brinde aires de justicia a este reclamo?
Es cierto también que al gobernador se le están requiriendo
acciones que violan la división de poderes, aunque quizás
el pedido sea, más bien, un gesto político que condene
a su antecesor y oficie de puntapié inicial.
Otros tiempos
En la actualidad se viven tiempos distintos en la Provincia. Un ejemplo
fue el inicio del ciclo lectivo con normalidad después de muchos
años, acordado entre el Ejecutivo y el sindicato docente.
Éste fue un buen primer paso, pero la negociación por
los salarios siguió su curso y sólo se postergó
esta semana a la espera de los actos por la muerte de Fuentealba.
¿ATEN habrá apostado a que la marcha tenga un efecto
de aglutinamiento para respaldar sus reclamos?
Desde el Gobierno se enuncia reiteradamente que las cuentas no cierran
y que se pondrían en riesgo las finanzas públicas en
caso de otorgar nuevos aumentos en los sueldos.
“Jorge Sobisch se robó la provincia más rica”,
dijo Sandra Rodríguez, viuda de Fuentealba, en el discurso
posterior a la movilización del viernes alineándose
a la idea de una provincia en crisis económica. Las restricciones
presupuestarias se hacen evidentes al ver a Jorge Sapag hacer un seguimiento
personalísimo de las cuentas públicas, dejando de lado
los gastos suntuosos que caracterizaron otras gestiones. Sin embargo,
esta idea choca con un Neuquén que es visto por la gran mayoría
como rico y con alto poder de consumo. Serán claves los próximos
días para analizar cómo se desenvuelve la negociación
gremio–gobierno que, según afirman desde ambos sectores,
podría trabarse.
Después de lo ocurrido en Arroyito y de los resabios que dejó
el conflicto del campo ¿Sería correcto por parte de
ATEN afrontar una lucha salarial con la misma metodología que
utilizó el año pasado? ¿El gremio tendrá
el aval de la sociedad en su conjunto para salir a cortar rutas una
vez más? Como en aquel momento, Fuentealba seguramente votaría
hoy en contra de una medida de este tipo.
Es una realidad que la sociedad argentina está cansada de que
se cercene el derecho al libre tránsito. ¿Los docentes
pensarán en un reclamo de este calibre a pesar de la escasa
popularidad de ese mecanismo de protesta?
En los tiempos que corren, se observa un escenario en el que se interrelacionan
tensamente el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, el Poder Legislativo
y el gremio docente. Y existe una sociedad cansada que observa y exige
una profunda madurez en la resolución de los conflictos mediante
el diálogo y la construcción de consensos. Que así
sea, al menos, en honor a Fuentealba...
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