Por Cecilia Soberón
Con sólo cinco meses en el gobierno, al intendente Alberto
Crespo se le nota su inexperiencia. Pero nadie en Plaza Huincul debería
sorprenderse porque justamente su calidad de inexperto político
fue lo que el electorado valoró como positivo en junio del
año pasado. Se presentó como un ciudadano común,
un trabajador dispuesto a cambiar la forma de hacer política
y los vecinos lo eligieron.
Sus conciudadanos deberán esperar al menos que el jefe comunal
adquiera la capacidad de manejar las crisis con mayor rapidez.
Hasta ahora Crespo tuvo pruebas difíciles como la toma masiva
de terrenos a un mes de haber asumido.
Esa crisis la sorteó adecuadamente pero no libró allí
su peor batalla. Sus mayores opositores se encuentran dentro de la
Concertación que lo llevó al gobierno, donde la puja
por el poder es constante; tanto que entorpece la gestión.
La semana próxima el intendente anunciará los cambios
en el gabinete.
Fuentes cercanas al jefe comunal aseguran que ya está tomada
la decisión de quién se queda y quién se va,
pero Crespo no confirma nada. Habrá que esperar entonces hasta
el miércoles próximo.
Segundo comienzo
El nuevo gabinete no sólo será un cambio de
nombres, también implicará un segundo comienzo en la
gestión. Ahora Crespo sabe con quién puede contar, en
quién confiar y en quién no.
En aquellos días de campaña proselitista, cuando casi
nadie creía en sus posibilidades de ganar la intendencia, en
el seno de la Concertación Neuquina se formó el gabinete
que asumiría el 16 de septiembre.
Crespo respetó ese acuerdo pre electoral y lo sostuvo durante
el primer semestre de gobierno al frente de la municipalidad, pero
llegó el momento de cambiar.
El apoyo de Rioseco
Con el nuevo gabinete se develará la incógnita
sobre el papel que jugarán los radicales y los peronistas en
el nuevo gobierno y se sabrá también cuánto consiguió
influir el apoyo político que Ramón Rioseco, su vecino
y colega de Cutral Co, le brindó durante la inauguración
de las sesiones ordinarias. “Lo veo más tranquilo y más
firme”, dijo Rioseco en esa ocasión y resumió
en esas palabras su posición respecto de la crisis vivida en
Plaza Huincul.
Al cutralquense le pareció exagerada la decisión de
pedir la renuncia a todo el gabinete, pero sigue dispuesto a aportar
ideas para que la gestión de Crespo prospere.
Mientras decide sobre sus funcionarios la agenda de Crespo se nutre
de conflictos.
En el corto plazo habrá dos frentes, por un lado el pedido
formal del gremio ATE de un aumento del 30% en los salarios municipales
y por otro la discusión en el Concejo Deliberante del pedido
de adelanto de regalías por 3 millones y medio de pesos.
La gestión de Crespo necesita comenzar a mostrar resultados.
Una inyección de fondos extra tal vez sea la solución
más inmediata a los problemas coyunturales.
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