Por Ramiro Morales
Una postal repetida de los últimos años en esta provincia
fue un cartel en la puerta de las escuelas con la leyenda “sin
clases por problemas edilicios”, principalmente en la jornada
que debía realizarse la apertura del ciclo lectivo.
La Educación, uno de los sectores que debiera contar con máxima
previsibilidad dada su importancia y la gran sensibilidad que hoy
muestran todos los sectores (padres, alumnos, maestros, gremio, gobierno),
choca de frente con una realidad difícil de llevar adelante.
Los serios y añejos problemas de infraestructura se conjugan
con los atrasos salariales, la tensa relación con el gremio
y, como si fuera poco, la falta de definición de la fecha adecuada
para el inicio de clases.
La relevancia que le da el gobierno a este tema se hizo explicita
con la disposición de partidas presupuestarias por más
de 18 millones de pesos para reparar las escuelas.
Además, durante la transición de gobierno y en los primeros
días de mandato, los flamantes funcionarios han reiterado que
una de las prioridades centrales es que los alumnos neuquinos puedan
comenzar el año con normalidad.
Pero esas afirmaciones se topan enseguida con una pregunta inevitable:
¿Alcanzarán esos millones para que todos los establecimientos
educativos de la provincia estén preparados para un adecuado
inicio de clases?
Desde la Asociación de los Trabajadores de la Educación
de Neuquén consideran que no será posible, mientras
que desde el Gobierno, si bien a priori parece que tienen todos los
cañones apuntados para resolver esta situación, han
sido demasiado prudentes y no se han atrevido a afirmar que no habrá
inconvenientes de infraestructura.
El monto
De hecho, el ministro Jorge Tobares aseguró que ese monto no
alcanzará para solucionar los problemas estructurales, pero
sí será suficiente para que las clases comiencen con
normalidad.
¿Quién tiene razón? Los acontecimientos de los
primeros días de marzo darán la respuesta.
Si bien el Consejo Federal de Educación estipuló en
su calendario escolar el 25 de febrero como fecha de comienzo del
ciclo lectivo en Neuquén y desde el gobierno provincial aseguraron
que se estudiaría esa posibilidad, por el momento parece ser
el 3 de marzo la jornada que está con unos cuerpos de ventaja.
El día está sujeto, tal cual afirmó el ministro
Jorge Tobares, a que no haya escuelas con problemas de infraestructura.
Pero aquí también se plantea otro cuestionamiento que
tiene su génesis en la posición de uno de los actores
principales del sector: ATEN, que prefiere que los alumnos retornen
a las aulas en marzo.
Entonces, si las escuelas estuvieran en condiciones, el gremio estaría
en desacuerdo con empezar una semana antes porque argumenta que obligaría
a una reorganización en las familias.
Los salarios
Otro aspecto que por el momento no ha sido tema de debate, pero que
con el correr de los días empezará a tomar forma, es
el de los sueldos de los docentes.
Es probable que la discusión se genere cuando el gremio solicite
-con mayor énfasis- un aumento del 12 por ciento en la cantidad
de puntos con que se liquidan los sueldos en los cargos simples (maestro
de grado, preceptor, maestra de jardín) y que abarca a más
de 14 mil trabajadores.
El titular del sindicato, Marcelo Guagliardo, ya ha confirmado que
irá por este cometido.
Es una fija que esta iniciativa no coincidirá con la del gobernador
de la provincia Jorge Augusto Sapag, quien manifestó, en reiteradas
oportunidades, que por el momento no habrá recursos financieros
para incrementos salariales en el sector público.
Será en este contexto en que el nuevo mandatario provincial
y los miembros de su Gabinete deberán desplegar sus habilidades
en busca del consenso y el diálogo, por el que tanto abogaron
durante la campaña proselitista y sus primeros pasos frente
al Ejecutivo. |