Por Ramiro Morales
Un nuevo camino se inicia en la Provincia. A pesar de que Jorge Sapag,
que asumirá mañana en sus funciones al frente del Ejecutivo,
pertenece al mismo partido político que su antecesor, Jorge
Sobisch, a priori se observa que habrá un cambio en el programa
político con el que se conducirá a los neuquinos.
Una última muestra de esta situación fue el cónclave
en la Casa Rosada que tuvo como protagonistas a Sapag y al matrimonio
Kirchner el miércoles pasado y en el que se terminó
de rubricar esta iniciativa del futuro mandatario provincial de estrechar
el vínculo con Nación, que distó de ser el ideal
desde comienzos de 2004.
Para llevar a cabo ese federalismo de coordinación del que
tanto habló Sapag en su campaña y en el proceso de transición,
será necesaria una relación más cercana a las
políticas que implementará Cristina Fernández.
Pero también el gobernador electo deberá respetar algo
en lo insistió a rajatabla cada vez que apareció en
público: la independencia de la Provincia.
Sentarse a renegociar la renta petrolera será seguramente una
de las primeras acciones que tomará Sapag, tal cual lo ha venido
planteando.
Otro de los desafíos para el flamante Gabinete será
generar el contexto para que exista un normal inicio del ciclo lectivo
de 2008 sin problemas de infraestructura escolar ni reclamos salariales
de los trabajadores del sector.
Para desarrollar este objetivo, los equipos del sapaguismo se dedicaron
en las últimas semanas a hacer reelevamientos de la situación
edilicia de los establecimientos educativos y han tenido acercamientos
con el gremio docente.
Las cuentas
Una de las incógnitas que comenzará a develarse en breve
será en qué estado quedaron las finanzas públicas
después de este segundo mandato consecutivo de Sobisch.
Si bien desde el actual ejecutivo manifestaron hasta el hartazgo que
dejan un Estado saneado, el gobernador electo advirtió que
el Presupuesto 2008 que se presentó en la Legislatura está
lejos de equilibrado y que casi seguro arrojará algún
déficit.
En este sentido, mostró su preocupación por los últimos
incrementos otorgados por Sobisch a empleados estatales y el pase
a planta permanente de cientos de trabajadores.
Además, se comprometió ante la ciudadanía a que
en cuanto un panorama real de las cuantas públicas, informará
a la población en qué condiciones económicas
comenzará su mandato.
Del otro lado, Sobisch no quiso polemizar con “su amigo Sapag”.
Los próximos meses serán decisivos en este aspecto y
los neuquinos podrán empezar a tener una panorama de la situación
financiera de la provincia, que sigue siendo una de las que mayor
desarrollo tiene en el país.
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